El presentador de Como el perro y el gato, Carlos Rodríguez, ha contado la historia de Sergio, un oyente del programa que ha escrito una carta despidiéndose de su compañero de viaje y de vida durante los últimos diez años, su perro, un labrador retriever de color negro que nació el 11/11/11 y que falleció este viernes: "Este viernes tuvieron que dormirle y Sergio nos ha dicho que le ha hecho un pequeño texto despedida con sentimiento y dolor, pero también alegría".
La carta de Sergio a su "compañero peludo de cuatro patas"
"La primera entrada en casa sin recibimiento, la primera noche sin paseo, la primera vez sin esa mirada indicándome que era hora de cenar. La primera madrugada sin verlo vigilante y atento a cualquier ruido y movimiento. La primera mañana que no tengo obligación de levantarme tan temprano.
Ayer lloré y lloré mucho. Hoy lloro también. He pasado la noche soñando con él, mi compañero peludo de cuatro patas, recordando. Es lo que la mente me tenía reservado.
Me hubiese gustado disfrutar más de él, pero el destino tenía otros planes
He hecho durante toda la vida lo que mejor he creído para él y él me lo ha devuelto con creces, prácticamente sin pedir nada a cambio, apenas cama, comida y paseos.
Me hubiese gustado disfrutar más de él, pero el destino tenía otros planes. Me quedo con ese gesto cómplice de compañero de juegos que me hacía cuando yo tenía un palo o botella de plástico vacía en la mano, cuando me cogía la correa al cruzar el paso de cebra próximo a casa y cuando, sentado en el sofá, me daba con su pata en la mano para que le rascase la tripa.
He de volver a acostumbrarme a la quietud y al silencio
Hoy por la mañana, a la misma hora que siempre lo hacíamos, he ido a dar un último paseo por los mismos lugares que frecuentábamos juntos a diario. No pudimos hacerlo ayer. Sus fuerzas no eran las mismas. Será mi forma de decirle adiós.
He de volver a acostumbrarme a la quietud y al silencio que de nuevo escucho en casa. Ya nunca será la misma sin él. Mi 50% ha hecho unos rápidos cambios en el hogar para mitigar la pena y el dolor. Ya no hay alfombras repartidas estratégicamente por el suelo, ni mantas en el sofá ni comedero. En su lugar, hay una bonita planta que me recuerda que ahí estaba todos los días otro excepcional ser vivo, mi compañero de más de 10.000 paseos, que me cuidó cuando yo estaba convaleciente.
Son tantos y tantos buenos recuerdos. Ayer consiguió en silencio reunirnos y recordarnos que éramos todos juntos su familia. Gracias y hasta siempre amigo. Siempre has sido y serás el 'Boss'".