Hola Iván, me llamo Sergei y soy un oso ruso, de un circo ambulante, que hace unas semanas visitó la localidad rusa de Oljovka, en la región de Volgogrado.
Ya sabes cómo es nuestra vida, divertir a niños y mayores a base de cadenas, palos y rutinas, que para nada son naturales para un animal como yo.
Pues resulta que ese día estaba el circo lleno de niños viendo cómo me hacen divertidas perrerías, concretamente me estaban haciendo subir en patinete y tirarme por una cuesta empinada, como si yo fuera Tony Hawk.
Yo lo hice, todo el mundo aplaudió, hasta que a mi se me cruzaron los cables y me fui pal jefe de pista y le metí una paliza al estilo Leonardo DiCaprio en el renacido, la señora que llevaba mi cadena la arrastre también, tres personas dándome palos delante del publico, pero una vez que me arranco ya no hay quien me pare.
Cuando empezó el show, ya les había dado pistas, de que ese dia no tenia el chichi pa farolillos, pero como están acostumbrados a obligarme, empezaron a forzarme y después se quejara el jefe de pista por arrastrarlo por el suelo y limpiar la pista con él.
Los osos somos más inteligentes de lo que la gente se creé y la culpa la tiene el oso Yogui y Los Osos Amorosos, esos dibujos animados les ha vendido a la gente que somos tontos.
A pesar de no tener depredadores, casi todas las variantes del oso estamos en cierto peligro de extinción. Existen al menos ocho tipos de osos, de los cuales seis están en números alarmantes. Los panda y polares corren riesgo de desaparecer completamente dentro de tres generaciones.
Y aun así, en pleno siglo XXI tenemos que soportar este trato tan indignante, espero que el jefe de pista haya aprendido la lección y no se acerque mas, ni a un oso de peluche. Se despide de vosotros
Sergei el oso ruso del circo.