Concordia Márquez: "El CYD Santa María es único en su especie pero no sabemos cuánto tiempo podrá permanecer abierto sin ayudas"
Concordia Márquez recibe el galardón de la Guardia Civil por su cooperación y trabajo como presidenta en del Santuario CYD Santa Santa María.
Lo dejó todo de la vida alemana tranquila y lograda que había conseguido y se vino a Málaga hace más de 20 años para cuidar a los caballos olvidados y maltratados después de que una visita a las competiciones hípicas de la ciudad le abriera los ojos sobre la trata de estos animales en nuestro país.
A lo largo de estos años ha conseguido destapar el escándalo de la carne de caballo en Andalucía, conseguir que se cree un Real Decreto en el que los equinos han pasado de ser vistos como material de trabajo a animales de compañía y a que potenciales maltratadores de su zona tengan miedo de serlo por las consecuencias legales. El pasado 12 de octubre recogió el galardón del SEPRONA por su colaboración y trabajo contra el maltrato animal. Pero aún no recibe subvención pública y no duerme por las noches porque están peor económicamente que nunca y tiene mucho miedo de tener que desprenderse de sus animales enfermos. Ha conseguido avances a la europea, pero seguimos estando en España.
¿Cómo te ha caído el galardón ahora después de 20 años de trayectoria?
El CYD Santa María ha estado siempre en contacto con el SEPRONA de todas las provincias de Andalucía, la verdad que creo que hemos hecho un buen trabajo juntos porque no solo nos dedicamos a rescatar a animales enfermos, maltratados o abandonados sino que no paramos hasta dar con la persona que ha cometido el supuesto delito. Ahí es donde trabajamos con el SEPRONA. Hemos trabajado mano a mano. Hemos impuesto que la ley cumpla contra el maltrato y el abandono. Eso, provoca que se corra la voz y entre el miedo, y por ende que se deje de maltratar o abandonar.
Claro porque también participasteis en el año 2010 en la creación de una ley junto al Consejo de Estado.
Ese ha sido nuestro gran logro, el Consejo de Estado se puso en contacto con nosotros a raíz del escándalo de la carne de caballo que sacamos en televisión. Nos ofreció la posibilidad de trabajar conjuntamente en la creación de una ley, que hoy en día es el Real Decreto 804/2011 y que, por fin, hace que los caballos sean animales domésticos de compañía. Eso hace que tengan los mismos derechos, a nivel penal y administrativo, que puede tener un perro, un gato, un hurón… Creo que ese ha sido nuestro gran logro.
¿Fuisteis vosotras quienes sacasteis a la luz el escándalo de la carne de caballo?
En un programa de televisión yo llegué a explicar que tenía pruebas de que eso existía así que si había alguien (dentro del Ministerio de Sanidad) que tuviera pruebas de lo contrario, que me denunciaran. Y obviamente no me denunciaron.
Vamos a recordar lo que pasó.
Lo que ocurrió entonces es que yo tenía un censo, junto a mi hermana, de los caballos que había en Andalucía. También había un censo oficial de los caballos que había en Andalucía, que son dos cosas diferentes. Si resulta que faltan 50.000 caballos al año en la diferencia, está claro que a algún sitio van… Investigamos un poco más, junto a voluntarios, las entradas al matadero y nos dimos cuenta de que efectivamente entraban muchísimos más caballos de lo que estaba contabilizado. Incluso caballos que no deberían ir al matadero.
Trabajas mano a mano con tu hermana Virginia, ¿cómo se os ocurrió montar este castillo protegido para caballos, que ahora es el Santuario más grande de España y el tercero de Europa?
Todo vino a raíz de que yo competía con caballos en Alemania y vine a Andalucía en una de ellas y me di cuenta de lo que ocurría aquí con estos animales, que ni remotamente era lo que sucedía, hace 30 años, en Alemania, Bélgica, Suiza… Así que dejé todo lo que tenía y me vine para Málaga porque había que hacer algo. Monté un Santuario, mi hermana tenía un gran trabajo en Madrid pero lo dejó todo por luchar por los animales también. El problema es que hace 20-25 años estamos luchando aquí pero ahora estamos pasando la peor racha. La realidad es que no sabemos cuánto vamos a poder aguantar. Tenemos 250 animales, 100 denuncias en curso… pero el problema es que no encontramos patrocinador ni suficientes socios. Es como si el caballo no le importara a nadie. Nuestro gran problema ahora es que estamos en números rojos y sinceramente no sé el tiempo que podremos aguantar.
Precisamente sobre eso quería preguntarte. ¿Por qué siendo hasta reconocida por la Guardia Civil, un estamento público, aún no recibís subvención alguna por parte de la Administración y tenéis que valeros de otras asociaciones y organismos tanto públicos como privados?
Y además tenemos el mayor premio que otorga el Colegio Andaluz de Veterinarios, la V de Oro. Estamos reconocidos a nivel popular, a nivel institucional pero jamás se nos ha reconocido económicamente. Es más, yo diría que las instituciones desearían que desapareciéramos porque nosotros no nos cortamos a la hora de ir a un Ayuntamiento porque no están haciendo las cosas bien. Jamás las denuncias que hemos puesto, con pruebas incluso, han ido a ningún sitio.
Vamos a conocer un poco a los animales que vosotros sí ayudáis. ¿De dónde os llegan y qué proceso de rehabilitación hacéis con ellos?
Para que entren en el CYD tienen que estar a punto de morir… Si no, intentamos derivarlos, los damos en acogida (nosotros corremos con todos los gastos), adopción… Pero hace ya dos años que rescatamos muy poco, a no ser que sepamos que le falta poco tiempo y queramos darle unos meses de felicidad absoluta, porque no podemos afrontarlo.
Siempre llamamos al SEPRONA, investigamos, tenemos voluntarios que cumplen muy bien su trabajo y no paramos hasta que damos con el propietario.
El proceso de rehabilitación empieza con un chequeo veterinario, se pone el tratamiento necesario pero que, sobre todo, no haya dolor, que pueda vivir en paz lo que le quede de vida.
Los 250 que te he dicho no son terminales, estaban antes de convertirnos en Santuario y esos van a durar mucho.
¿Por qué decís que el Albergue CYD Santa María es un refugio “único en su especie”?
Porque si vienes al santuario verás que todas las especies: perros, gatos, caballos, aves, tortugas, hurones, serpientes, mulos, cabras… Todos, aunque tienen su sitio para dormir, están completamente libres durante el día. Viven en total armonía. Hemos llegado a tener tigre y león.
Cuando viene uno con problemas psicológicos me quedo yo con él/ella hasta que le voy habituando. Días y días, a veces con mi saco de dormir, intentando hacerle ver que ya no hay ninguna agresividad, que no tiene que luchar por comida, que no va a pasar hambre y sed y que todos son compañeros. Creo que es la atmósfera que produce el CYD, la que hace que en pocos días ese animal se integre.
Otra cosa, jamás metemos a un animal donde nosotros pensamos que va a estar mejor. Caminamos con el animal, da igual su especie, los 60.000 metros cuadrados de albergue hasta que el animal decide quién es su amiguito o dónde está más cómodo. De hecho, tenemos dos gatos conviviendo con dos caballos. Siempre es el animal el que elige.
El trabajo de Concordia no se limita (que ya sería bastante) a dar una segunda oportunidad a animales con grandes necesidades en el Santuario. Un día una asociación de ayuda a mujeres maltratadas le contactó pidiéndole asistencia con un caballo y desde entonces dedica su tiempo de manera independiente, puntual y altruista.
¿Cómo os puede echar una mano la gente que nos está leyendo?
Hay muchas maneras: siendo padrino de un caballo por la cantidad que se desee (https://asociacioncydsantamaria.es/como-puedo-ayudar/apadrinar/); siendo teamer, por 1€al mes ([[LINK:EXTERNO||||||https://www.teaming.net/cydsantamaria-protectoradeanimales]]), o siendo patrocinador, que es lo que más buscamos por la precariedad que estamos viviendo. Da igual la cantidad pero por lo menos saber que vamos a contar con ese dinero al mes, que no nos va a fallar. Hasta ahora una fundación alemana nos mandaba 1.500 € pero nos han dicho que en diciembre dejan de hacerlo. Nuestros animales viven muy felices, no quisiéramos por nada del mundo tener que desprendernos de ellos pues son animales que tienen lesiones o enfermedades. Somos íntegros, que es difícil hoy en día por desgracia, pero si no encontramos apoyo tendremos que cerrar de forma drástica, repartir los animales. Te juro que no es broma, hemos estado 20 años callados, es la primera vez que decimos esto pero no nos llega.