Solary es una mujer con escasos recursos, incluso cuenta que algunas semanas tiene que acudir a Cáritas para que su hijo y ella puedan comer. Pero a pesar de ello, el día que encontró a la pequeña gatita Cloe tendida en el asfalto, tras que fuera arrojada por una ventana por alguien que ya no la quería.
No dudó un segundo en acudir con ella a un veterinario donde la realizaron diversas pruebas y tuvo que permanecer ingresada unos días. Solary tuvo que firmar un reconocimiento de deuda, que actualmente está pagando.
Finalmente la Fundación Mascoteros se ha hecho cargo de ayudar a Cloe, la cual tiene una fractura en una de sus extremidades.