Prohibir la tenencia de primates como animales de compañía, es una reclamación que diversas entidades de protección de éstos animales llevan realizando desde hace años. En Gran Bretaña se ha realizado, lo que crea un precedente.
En España ya existen leyes para protegerlos pero no recursos para aplicarlas
Olga Feliu de Fundación Mona, nos explica que en España ya existen leyes que permitirían tener a los primates en mejores condiciones pero que no se aplican. Por ejemplo, en el caso del decomiso de primates (y otros animales) no existen lugares donde llevarlos, por lo que finalmente no se pueden decomisar.
Responsables de los decomisos, pero sin ninguna ayuda del Estado
Entidades privadas, como Fundación Mona o Rainfer, se hacen cargo en muchas ocasiones de los decomisos. Se responsabilizan de los animales, de su mantenimiento, cuidados veterinarios... de estos primates, que por ejemplo en los casos de los chimpancés pueden vivir hasta 70 años en cautividad, pero no reciben ningún tipo de ayuda de la administración que son los propietarios legales de los animales.
Los primates no son mascotas
Hay muchas razones por las que los primates no pueden ser animales de compañía:
- Los primates son animales sociales y deben permanecer con su grupo social.
- En una vivienda, no se pueden proporcionar las necesidades ambientales, físicas o sociales para un primate.
- Estamos incentivando el tráfico de especies, fuente de ingresos en muchas ocasiones de grupos criminales relacionados con el terrorismo, tráfico de drogas o trata de blancas.
- El alto riesgo de la transmisión de enfermedades, zoonosis, altamente letales debido a la gran cercanía evolutiva que tenemos con ellos.