Penas de cárcel por maltratar o abandonar un animal, altos impuestos por la compra de perros de raza, campañas de castración gratuitas para mascotas y una división especial de policías para combatir la crueldad y el abandono de animales han sido algunas de las medidas que han conseguido que Holanda se convierta en el primer país sin perros callejeros