Tal y como informó el Ejército del Aire y del Espacio, el pasado 10 de mayo el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE), en colaboración con la Universidad de Alcalá (UAH), emitió una alerta de tormenta geomagnética severa. Esta previsión se debió a la detección de una intensa actividad geomagnética originada en una de las regiones solares más grandes y activas que se han observado en décadas, la AR3664 (aproximadamente 15 veces más ancha que la Tierra), anticipando que el evento podría perturbar significativamente nuestra tecnología e infraestructura durante el fin de semana, hasta el domingo 12 de mayo.
Finalmente, la tormenta solar no tuvo un impacto significativo, pero la alerta emitida por el COVE permitió preparar una respuesta ante posibles contingencias.
Ese es, precisamente, la misión esencial del Centro, tal y como explica la teniente Paula Torres, astrofísica y responsable del Negociado de Vigilancia y Seguimiento Espacial y Apoyo a las Operaciones, encuadrado dentro de la Sección de Operaciones del COVE. Torres explica en el programa De cero al infinito la labor que realizan así como los medios con los que cuentan y las curiosidades en torno a esta unidad creada en el año 2019.
El COVE, que depende operativamente del Mando Aéreo de Combate (MACOM), está ubicado en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz y cuenta también con un destacamento en la Base Aérea de Morón, encargado del mantenimiento del Radar S3TSR. Sus militares cuentan, además, con la capacitación técnica y los conocimientos necesarios para aportar las capacidades del COVE a las Fuerzas Armadas tanto en ejercicios operativos como en operaciones.
