Según explica el doctor Adolfo López, jefe de obstetricia y ginecología del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, la práctica de ejercicio físico durante el embarazo evita problemas metabólicos, además de regular el eje hormonal, ya que mejora el equilibrio del ingreso y la quema calórica y la ganancia regulada de peso de la embarazada.
Del mismo modo, tal y como recoge Quirónsalud, produce la mejora osteomecánica a nivel articular y beneficios psicológicos, ya que ayuda a reducir la ansiedad y a prevenir la depresión. Todo esto supone un impacto directo y muy positivo en la biomecánica del parto.
Así el doctor recomienda que las gestantes continúen con su rutina de ejercicio físico que seguían antes del embarazo, aunque sean ejercicios de alta intensidad, como el crossfit o el running.
No obstante, apunta que el ejercicio deberá ir adaptándose al momento de la gestación y a las características personales de cada mujer durante esta etapa y siempre y cuando no suponga recibir golpes o caídas que pongan en riesgo al bebé y/o a la propia gestante.
Adriana Núñez, responsable del área de actividad física del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, subraya que “la actividad física más completa es aquella en la que se trabaje ejercicio de fuerza, cardio, control postural y movilidad, siempre con control respiratorio y trabajo del músculo transverso del abdomen”.