- Es prudente y deseable que mientras la autoridad sanitaria mantenga el confinamiento propuesto para frenar la pandemia, la población infanto-juvenil lo cumpla al igual que el resto de los ciudadanos.
- Los niños y los adolescentes con necesidades especiales, con trastornos de conducta o problemas de salud mental, ya tienen una dispensa para salir de forma controlada.
- Cuando se determine por la autoridad sanitaria el fin del confinamiento obligatorio, la AEP propone priorizar un desescalamiento organizado del confinamiento de niños y adolescentes, manteniendo las salidas controladas y vigiladas por un adulto, el distanciamiento social, las medidas higiénicas y, cuando sea posible, el uso de mascarilla.
- Los niños tienen el mismo riesgo de infectarse de COVID-19 que la población adulta; sin embargo, al cursar habitualmente de forma asintomática, hay que considerar el riesgo de que puedan ser potenciales trasmisores silentes.
- La AEP está desarrollando conjuntamente con el Ministerio de Sanidad una propuesta que contempla a esta población sensible para priorizarla tras el desconfinamiento, que recogerá cómo va a implementarse en cada uno de los diferentes grupos de edad.