EN BUENAS MANOS

Aislamiento social y depresión, consecuencias psicosociales de la obesidad infantil

Los niños con obesidad obesos pueden desarrollar una pobre imagen de sí mismos y experimentan sensaciones de inferioridad y rechazo. Por ejemplo, se ha observado que los niños de 5 años ya son conscientes de su propio sobrepeso y perciben de forma despectiva parámetros importantes como su propio aspecto, o su torpeza y bajas competencias físicas.

ondacero.es

Madrid | (Publicado 05.03.2019 13:26 )

Aislamiento social y depresión, consecuencias psicosociales de la obesidad infantil | Redacción

Las cifras de sobrepeso y la obesidad infantil en España son alarmantes: un 41% de los niños y niñas entre 6 y 9 años padece sobrepeso, como afirma el Estudio Aladino 2015.

Además, tal y como recoge DKV, la obesidad tiende a ser crónica y sus consecuencias para la salud son evidentes y ampliamente conocidas: enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiovasculares, presión arterial alta o colesterol elevado, entre otras. Pero más allá de estos problemas médicos, la obesidad infantil puede

afectar al bienestar emocional de los niños.

Precisamente, la autoestima y las emociones son, junto al aprendizaje, los temas que más preocupan a los padres y madres españoles respecto a la salud y educación de sus hijos, tal y como revela el I Estudio sobre bienestar y salud en la infancia del Instituto DKV de la Vida Saludable. ¿Qué repercusiones psicológicas y emocionales tiene la obesidad infantil? El Dr. Rafael Casas, psiquiatra experto en obesidad infantil del Instituto DKV de la Vida Saludable, desgrana los principales efectos:

Los niños con obesidad obesos pueden desarrollar una pobre imagen de sí mismos y experimentan sensaciones de inferioridad y rechazo. Por ejemplo, se ha observado que los niños de 5 años ya son conscientes de su propio sobrepeso y perciben de forma despectiva parámetros importantes como su propio aspecto, o su torpeza y bajas competencias físicas.

Además, la sociedad tiende a asociar la obesidad con comer en exceso y a culpabilizarle de su estado. Esta percepción social negativa provoca malestar emocional en las personas con exceso de peso, y lo hace de forma especial entre la población infantil, al ser más vulnerables a la opinión de su entorno próximo. De ahí que muchos niños con sobrepeso u obesidad padezcan angustia e inseguridad y desarrollen baja autoestima.