Alergia y contaminación
La alergia al polen es la más frecuente en nuestro país y según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) afecta a uno de cada cuatro españoles. Está causada sobre todo por el polen que diseminan plantas y árboles como las gramíneas, la salsola, el olivo, el ciprés, el plátano de sombra y la parietaria.
La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) organiza en Málaga la 42ª edición de su Congreso Anual. Más de 500 profesionales de pediatría, alergología, pediatras de Atención Primaria y profesionales de Enfermería acudirán a este evento para poner en común los últimos avances en el tratamiento de la alergia.
Y es que más de 10 millones de personas en España padecen alergia, lo que representa a más del 20% de la población. Según las previsiones, en 2050, la mitad de la población española sufrirá alguna alergia, dado que la incidencia de las alergias en España aumenta cada año en un 2%.
La alergia al polen es la más frecuente en nuestro país y según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) afecta a uno de cada cuatro españoles. Está causada sobre todo por el polen que diseminan plantas y árboles como las gramíneas, la salsola, el olivo, el ciprés, el plátano de sombra y la parietaria.
“Para la mayoría de las personas, las especies anteriores resultan inofensivas, pero el organismo de los alérgicos identifica su polen como un agente invasor y libera sustancias como la histamina para protegerse”, explica el doctor Javier Sánchez, experto médico de Cinfa.
Además los especialistas alertan del agravamiento de la patología en los últimos diez años por la contaminación y el cambio climático. En su paso por el programa de Lasexta “¿Qué me pasa doctor?” el Dr. Pedro Ojeda, alergólogo de la Clínica Ojeda de Asma y Alergia de Madrid, afirmó que “en ciudades que están muy contaminadas estamos viendo el fenómeno de que personas que teóricamente no deberían hacerse alérgicas, se hacen”.
La emisión de partículas contaminantes procedentes de las calefacciones y de los motores diesel altera la estructura del polen haciendo que este genere proteínas de estrés como mecanismo de defensa y aumentando su capacidad de inducir una respuesta alérgica en personas susceptibles.
A esto hay que sumarle que el cambio climático está alterando los ciclos de polinización de las plantas. Adelantan el inicio y retrasan el final de su periodo de floración, con lo que se amplía la duración del periodo de polinización, y, por lo tanto, hay una mayor exposición de la población a los pólenes. La doctora María Ortega Camarero, especialista del Servicio de Alergología del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, apuesta por la inmunoterapia, que, como apunta, “proporciona una disminución significativa de los costes totales en salud inducidos por la enfermedad alérgica respiratoria, reduciendo tanto los gastos indirectos (pérdida de productividad laboral y calidad de vida del paciente) como los gastos directos (costes por actos médicos y gasto en fármacos para el control de síntomas)”.
Finalmente, como argumenta el a doctor Antonio Valero, presidente electo de la SEAIC “la inmunoterapia hace que en muchos pacientes desaparezcan los síntomas, y que en otro gran porcentaje disminuyan, al igual que su intensidad. Por este motivo, podemos afirmar que la inmunoterapia es el único tratamiento que modifica la historia natural de la enfermedad”. Es lo que hay. Seguro.