El Día Mundial de la Alimentación fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1979 para concienciar a la población sobre los problemas de desnutrición y pobreza, así como para disminuir el hambre en el mundo. Promover una alimentación saludable es uno de sus objetivos.
Dentro de los hábitos de vida saludables debe incluirse la dieta mediterránea que es una dieta sana, equilibrada y variada. Una alimentación adecuada puede prevenir multitud de enfermedades.
Por este motivo, el Hospital La Luz ha querido promover hábitos y costumbres de vida saludable entre sus trabajadores, y ayer miércoles se repartieron más de 300 piezas de fruta fresca.
Tal y como recoge Quirónsalud, explica la jefa de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital la Luz, doctora María Luisa de Mingo, nuestra dieta mediterránea es un plan de alimentación saludable. Varios estudios confirman que ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
«Debemos reducir la ingesta de azúcares, carnes rojas y grasas saturadas y fomentar el consumo de frutas y verduras para reducir el riesgo de padecer problemas cardiovasculares», indica la doctora.
Según la doctora de Mingo, el oro líquido de nuestra dieta mediterránea, el aceite de oliva, es rico en antioxidantes y grasas monoinsaturadas que tienen efectos antitrombóticos y cardioprotectores frente a la arterioesclerosis (estrechamiento y endurecimiento de las arterias). «Además, nos ayuda a disminuir el colesterol «malo» o LDL», subraya.
Es aconsejable evitar fritos y bollería industrial, así como el consumo de grasas saturadas (aceite de coco o de palma) y grasas trans o hidrogenadas que aumentan un 33% el riesgo coronario. Éstas se pueden identificar en el etiquetado nutricional de los alimentos.
De acuerdo a la especialista del Hospital la Luz con una adecuada alimentación se pueden prevenir muchas enfermedades como la obesidad y todas sus comorbilidades como la hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, apnea del sueño, etc. Además, la obesidad puede provocar alteraciones menstruales e infertilidad. También con una dieta equilibrada se pueden prevenir enfermedades cardiovasculares o el cáncer.