Ansiedad y dolor crónico
La Cátedra de Dolor infantil de la URV-Fundación Grünenthal ha editado una guía de hábitos saludables que ayudan a prevenir el agravamiento de los síntomas en las personas con dolor crónico durante la fase de confinamiento.
Investigadores han observado que frenar la ansiedad durante el confinamiento a causa de la pandemia del coronavirus es clave para contener el dolor crónico de las personas que lo padecen.
Jordi Miró, catedrático de Psicología de la Salud en la Universitat Rovira i Virgili (URV), afirma que "la relación bidireccional entre ansiedad y dolor es conocida. No siempre resulta fácil discernir cuál aparece primero, pero contamos con evidencias abundantes que demuestran que el tratamiento de uno influye positivamente en el otro".
La Cátedra de Dolor infantil de la URV-Fundación Grünenthal ha editado una guía de hábitos saludables que ayudan a prevenir el agravamiento de los síntomas en las personas con dolor crónico durante la fase de confinamiento.
Estas recomendaciones de salud van enfocadas a frenar la ansiedad, una reacción del organismo que va cogida de la mano del dolor crónico.
Concretamente, los investigadores han estudiado que eliminando la ansiedad "desaparece la tensión muscular que la acompaña y, de forma consecuente, el dolor que provoca", explica el director de la Cátedra de Dolor Infantil.
Por su parte, el doctor Juan Carlos de la Pinta, especialista en Anestesiología y Reanimación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y presidente de la Sociedad Madrileña del Dolor, (SMD) me comenta cuáles son los dolores más habituales: “el de espalda, el articular, el dolor de cabeza y el dolor cervical”.
Actualmente, se estima que el 17,25% de la población española sufre dolor crónico. “El dolor es el motivo más frecuente por el que los ciudadanos acuden al médico”, destaca el doctor De la Pinta. Un control inadecuado del dolor agrava la situación de ancianos, niños y mujeres.
La guía de hábitos saludables propone diversas rutinas para seguir en casa durante el confinamiento. El objetivo es evitar comportamientos de riesgo y mantener a raya la ansiedad. "La incertidumbre por la crisis de la Covid-19 escapa a nuestro control y esto puede tener consecuencias relevantes en el día a día de las personas: no poder salir a la calle y el miedo al contagio", afirma Miró.
Asimismo, el documento plantea hacer ejercicio de forma adaptada, comer de forma saludable y seguir pautas de relajación cada día. También propone combinar los ratos compartidos con otros de relajación a solas, de recogimiento. O mantener las buenas rutinas, especialmente las que garantizan la calidad del sueño, porque son esenciales para una buena regulación emocional y previenen la aparición del estrés.
"El confinamiento supone una carga emocional añadida para las personas que sufren dolor de forma crónica. Mantenerse ocupados y con ánimo positivo ayuda a estos pacientes en el día a día, facilita la adaptación y una gestión más positiva de los problemas ", concluye Jordi Miró. Es lo que hay. Seguro.