Comidas en familia, turrones, polvorones y roscón de reyes son los protagonistas de la Navidad. La cantidad de azúcar y grasa de estos alimentos puede pasar factura a la salud bucodental, provocando la aparición de caries, sobre todo en niños.
“Las comidas copiosas y fuera de casa son protagonistas en esas fechas. La clave se encuentra en que al ingerir comidas con alto contenido en azúcar y encontrarnos fuera de casa, pasan muchas horas entre cada sesión de higiene. Es importante tener esto en cuenta, porque es el momento donde, a consecuencia de una bajada brusca del PH de la boca, se dan las condiciones necesarias para que se eleve el riesgo de caries”, afirma Manuela Escorial, odontóloga del departamento de Innovación y Calidad Asistencial de Sanitas Dental.
Según el estudio de Salud Bucodental 2020 elaborado por Sanitas, entre 2018 y 2020 la aparición de caries en niños ha aumentado más de un 4%, es necesario poner especial atención en la protección de su dentadura.
Por eso, desde Sanitas Dental recomiendan que durante la Navidad se refuercen los hábitos de cepillados, que se realicen los tres cepillados diarios, especialmente el de noche y llevar un cepillo de dientes de viaje siempre.
Tal y como recoge Consalud, además, del cepillado, es «altamente recomendable» el uso de otros productos para higiene bucodental como el hilo dental, el irrigador, los cepillos interdentales o los enjuagues bucales.
En cuanto al consumo, recomiendan moderar la ingesta de productos azucarados tan típicos de la Navidad y beber especialmente agua, preferiblemente a los refrescos, bebidas carbonatadas o bebidas con alcohol que contienen, además de azúcares, grandes cantidades de ácido fosfórico y ácido cítrico, lo que puede producir efectos nocivos para la salud bucal.
Y si no se cuenta con acceso a la higiene, se pueden consumir caramelos o chicles con xylitol, que favorecen la producción de saliva y el aumento del ph y con ello reducen el riesgo de caries.