Quedan pocos días para que llegue la Navidad y, por ende, la cena de Nochebuena a los hogares de España y luego, claro está, la de Nochevieja. Época de celebraciones con una marcada tradición familiar que, sin embargo, puede llegar a generar un auténtico malestar en la salud mental de algunos de los comensales, lo que se puede ver reflejado en forma de nerviosismo, tristeza, tensión, ansiedad o incluso irritabilidad.
A todo ello hay que sumarle que existen casos en los que se dispara la fobia social o el miedo constante e injustificado ante situaciones, que pueden dar lugar al examen y juicio por parte de los demás, como son las reuniones familiares u otros eventos sociales, según recoge el Diario de Sevilla.
Vanessa Guerra, experta en comportamiento no verbal y personalidad, con más de 20 años dedicada al trabajo del cuerpo y la comunicación desde un plano físico, mental y emocional, da algunas claves:
«Para mí es fundamental que durante esos días en los que vamos a pasar tiempo con la familia busquemos ratos para estar solos».
A lo que la experta en comunicación no verbal añade lo siguiente:
«Solos, pero no solo en soledad: podemos quedar con amigos, salir fuera a hacer otras cosas, airearnos y abandonar por unas horas el foco de tensión, porque eso ayuda mucho a volver y retomar la situación de una manera más neutral, como reseteados. Cuando hay mucha acumulación emocional hay momentos que explosionan y ahí es cuando es difícil de modular y de moderar. Pero si somos cautos y podemos observar que nos estamos acercando a un momento de tensión álgido, podemos tomar distancia, coger aire y volver a incluirnos otra vez en ese grupo».