Las altas temperaturas nocturnas son una de las causas de insomnio, comportan dificultad para el descanso e implican mayor cansancio, apatía e irritabilidad. «Es evidente que el calor afecta de forma negativa a la calidad de nuestro sueño, que disminuye a partir de los 24ºC de temperatura nocturna, afectando incluso a aquellas personas que acostumbran a conciliar bien el sueño», explica Àlex Pastor, enfermero especialista en neurofisiología y trastornos del sueño y coordinador asistencial de la Unidad del Sueño Dr. Estivill del Hospital Universitari General de Catalunya.
Para el descanso, estar en las mejores condiciones durante el día, es esencial dormir bien. Y en estos días de verano con una ola de calor… hay que intentar dormir lo más frescos e hidratados posible para poder conciliar el sueño. Àlex Pastor nos da unas pautas para dormir bien en verano:
- Seguir las rutinas de sueño habituales incluso en los horarios de acostarse y levantarse.
- Evitar las siestas más largas de 30 minutos
- Cenas ligeras y al menos dos horas antes de irnos a dormir.
- Mantener la habitación ventilada durante el día y con una temperatura entre 20ºC y 22ºC durante la noche.
- Mantenerse bien hidratado con agua o bebidas sin cafeína ni estimulantes.
- Ducharse con agua tibia o templada antes de acostarse.
- Utilizar pijamas de algodón.
- Utilizar ropa de cama de algodón o lino
- Evitar dormir con el aire acondicionado encendido, se pueden usar ventiladores, pero evitar que nos dé la corriente de aire directamente.
- Hacer deporte durante el día pero evitarlo a últimas horas previas a irnos a dormir.
- Si siguiendo estas pautas no se consigue combatir el insomnio es importante acudir a una unidad especializada en trastornos del sueño donde evaluarán y diagnosticarán las alteraciones de sueño de forma personalizada.