La lumbalgia es considerada una de las complicaciones más frecuentes del embarazo ya que las curvas fisiológicas de la columna vertebral se modifican promovidas por el crecimiento uterino en el interior del abdomen. En cuanto a su abordaje, adquiere una gran importancia las medidas preventivas, entre las que destaca una adecuada higiene postural.
Tal como recoge Vithas, Carla Talens, responsable de la unidad de suelo pélvico de Vithas Valencia 9 de Octubre, explica que “el embarazo es un estado fisiológico que se acompaña de profundos cambios musculoesqueléticos y físicos, que suelen producir una afección dolorosa en la región lumbar relacionada con la adopción de un patrón de postura atípico ya que el abdomen se hace cada vez más prominente” y subraya que “en el 80% de las mujeres embarazadas aumenta la lordosis lumbar, es decir, la curvatura fisiológica de la columna vertebral en la región lumbar”.
El motivo principal por el que puede aparecer dolor lumbar es el desplazamiento del centro de gravedad. Conforme el centro de gravedad se adelanta, los músculos de la parte inferior de la espalda deben trabajar con más intensidad para sostener la columna. El abdomen se agranda, y la embarazada busca compensar esto inclinándose hacia atrás. “En compensación, -comenta la profesional-, para mantener el eje de gravedad en la verticalidad, aumenta la cifosis dorsal y lordosis cervical. Estos cambios anatómicos del esqueleto de una mujer embarazada pueden llevar consigo algias, como cervicalgias, dorsalgias y lumbalgias”.
Además, el embarazo se caracteriza también por la influencia hormonal, en especial de la progesterona y la relaxina, que van a proporcionar más laxitud a los tejidos. “Esto suele beneficiar la sintomatología de las mujeres que presentaban clínica de dolor lumbar por hernia discal previa al embarazo. Normalmente el embarazo mejora su dolor”.
En cualquier caso, Carla Talens da una serie de recomendaciones para mantener un embarazo activo, con ejercicios aeróbicos adecuados al estado gestacional, y apuesta principalmente por la natación porque aporta los siguientes beneficios:
- Disminuye la presión corporal debido al efecto de flotar por lo que mejora la sensación de opresión abdominal y lumbar.
- Alivia algias lumbares y costales porque contribuye a equilibrar las alteraciones posturales propias de la gestación a través de los movimientos de elongación característicos de esta práctica.
- Es aeróbico por lo que beneficia la función cardio respiratoria y controla el aumento de peso.
- Mejora la circulación de retorno reduciendo la aparición de edemas en miembros inferiores.
- Al estar sumergidos en un medio acuático, igual que el bebé en la bolsa amniótica, disminuye la presión hacia él por eso facilita su movilidad y la adopción de la postura cefálica en el último trimestre de embarazo.
- Aumenta la sensación de bienestar porque se liberan endorfinas, las hormonas de la felicidad.