Sobre el envejecimiento
Hoy sabemos que las enfermedades no aparecen de un día para otro, sino que se inician y desarrollan en nuestro organismo durante décadas antes de que se diagnostiquen como tales. También piensa que si no envejeciéramos, si fuéramos capaces de ser eternamente jóvenes, sería muy raro que sufriéramos estas enfermedades.
El otro día, hablando con María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sobre la temporalidad del cuerpo humano, me comenta que ha dedicado su vida científica a tratar de entender las causas moleculares de por qué envejecemos, ya que es el envejecimiento en sí mismo, la causa de la mayor parte de las enfermedades. Me dice que algunos científicos, piensan que cáncer y Alzheimer tienen el mismo origen molecular, que es este proceso de envejecimiento. De acuerdo con esta idea, hoy sabemos que las enfermedades no aparecen de un día para otro, sino que se inician y desarrollan en nuestro organismo durante décadas antes de que se diagnostiquen como tales. También piensa que si no envejeciéramos, si fuéramos capaces de ser eternamente jóvenes, sería muy raro que sufriéramos estas enfermedades.
Me comenta que en el CNIO han estado estudiando una estructura que hay al final de los cromosomas y que protege el material genético llamada telómero. Los telomeros se van acortando conforme vivimos. Ahora sabemos que la velocidad a la cual se acorta el telómero, está determinada por los genes, pero también por cómo vivimos, por lo que comemos, por si fumamos o no fumamos, por si hacemos o no ejercicio, y también por la buena o mala suerte que hemos tenido, incluso el estrés puede hacer que los telómeros se acorten más rápido de lo normal. Además han demostrado que la erosión de los telómeros, es una de las causas principales del proceso de envejecimiento celular y de enfermedad, incluido el cáncer. Esto lo han hecho aislando en mamíferos una máquina molecular (un enzima) que es capaz de rejuvenecer los telómeros, la llamada telomerasa, y que fue originalmente descubierta por la que fue su mentora, Carol W. Greider, y por Elizabeth Blackburn, y que por ello recibieron el Premio Nobel de Medicina o Fisiología en 2009 junto con Jack Szostak. El aislamiento de los genes de la telomerasa, en la que Blasco participó, ha permitido generar modelos animales donde hemos disminuido o aumentado la telomerasa. A menos telomerasa, han visto que los telómeros son más cortos y que se producen las enfermedades de manera prematura, y a más telomerasa los telómeros son más largos y han conseguido que se retrase la aparición de muchas enfermedades a la vez, en ratones. Y con ello, han logrado que los ratones vivan sanos hasta un 40% más. Que sería como si consiguieran que la mayor parte de los humanos alcanzáramos a los 115-120 años en buen estado de salud.
También han trasladado algunos de sus descubrimientos sobre los telómeros y la telomerasa al desarrollo de biomarcadores de este proceso de envejecimiento, así los llamados test teloméricos permiten detectar a los individuos que tienen un proceso de envejecimiento acelerado, con el fin de detectar a tiempo o quizás también en el futuro de prevenir enfermedades. Además, están probando el potencial de usar la telomerasa como tratamiento para la prevención y tratamiento de distintas enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento en modelos de ratón, entre ellas la enfermedad cardiovascular, distintos tipos de fibrosis, y enfermedades neurodegenerativas.
Finalmente la directora del CNIO me indica que en el caso del cáncer, aunque también es una enfermedad asociada al envejecimiento, sin embargo, se da un fenómeno único, que no ocurre en otras enfermedades del envejecimiento. El cáncer es especial. Las células del cáncer despiertan a la telomerasa de manera aberrante y así consiguen la inmortalidad. Por ello en el caso del cáncer, lo que estamos haciendo es intentar destruir sus telómeros, para hacerlo envejecer y morir. Seguro.