“La falta de sueño por la utilización de tablets y móviles antes de dormir está provocando la aparición de importantes problemas de salud y de comportamiento en nuestros niños y jóvenes”. Así de contundente se muestra la Dra. Maribel Andrés, de la Unidad del Sueño del Hospital Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón.
Tal y como recoge ‘Vithas’, el insomnio tecnológico ha hecho aumentar el número de niños y adolescentes en las consultas médicas en el Vithas Nisa Rey Don Jaime de Castellón en un 22% en los últimos cinco años. La doctora Andrés expresa que “la falta de sueño aumenta la irritabilidad y el fracaso escolar, pero no hay que olvidar las patologías que están comenzando a ser habituales por la falta de sueño como la hiperactividad, depresión incluso obesidad”
“Estas patologías nos obligan a que el tratamiento sea multidisciplinar y estemos en contacto permanente con otros especialistas, como pediatras o psiquiatras ya que hay chicos con un diagnóstico inicial de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y cuando profundizas lo que hay detrás es un problema de higiene del sueño». Y es que los síntomas del TDAH y la falta de sueño son muy similares. “Si un niño duerme poco está más hiperactivo y con una mayor falta de concentración”, concluye la Dra. Andrés
La reeducación de la sociedad “para irse a dormir” es fundamental tanto en educadores, padres como adolescentes. “Educar a las familias en unos buenos hábitos de sueño y su optimización en cuanto a cantidad de descanso ayudaría muchísimo a mejorar el rendimiento, prevenir el fracaso escolar y disminuir la agresividad en los colegios”, explica la especialista.
Otro punto importante por considerar es que las pantallas iluminadas tienen mucho contenido de luz azul, algo que dificulta la conciliación del sueño.”Ciertas células de la retina son muy sensibles a los tonos azulados y son precisamente las que influyen más en el ritmo de secreción de melatonina”, expresa la doctora.
La especialista Andrés da unas pautas para cambiar la cultura del sueño:
– Estipular un horario de sueño: No acostarse a horas distintas cada día ni a altas hora de la madrugada
– Aparcar las tecnologías antes de acostarse y buscar un espacio en casa donde “aparcarlas” dos horas antes de conciliar el sueño
– Dormir hasta 9 horas al día en el caso de adolescentes y 11 horas en el caso de niños más pequeños
– Acostarse habiendo hecho la digestión y cenar ligero