Las conocidas como “dietas milagro”, para lograr una pérdida de peso rápida y sin esfuerzo, pueden resultar peligrosas debido a la ingesta deficitaria de nutrientes necesarios como vitaminas del grupo B y minerales (calcio, zinc, hierro y magnesio), pudiendo producir trastornos metabólicos, gastrointestinales, y en algunos casos caída de pelo, debilidad de la uñas y depresión, según ha indicado Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba, que ha destacado que el insomnio, la ansiedad, irritabilidad y distorsión de la imagen corporal son también efectos de estas dietas.
Tal y como recoge Quirónsalud, la nutricionista ha explicado que después de las numerosas comidas durante las fiestas navideñas vienen los remordimientos y el planteamiento de propósitos para perder peso de manera fácil y rápida. Sin embargo, los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables y realistas. La educación nutricional proporciona mejoras notables a largo plazo, variedad alimentaria y vida saludable.
Lourdes de la Bastida ha destacado que en muchas ocasiones nos preocupamos de qué comer y qué no, intentando cambiar drásticamente la alimentación, cuando la mejor opción es pensar en mejorar los hábitos que ya tenemos para que sea más factible mantener estos cambios en el tiempo. “Con pequeños cambios se pueden lograr magníficos resultados si somos constantes, ya que para que la pérdida de peso tenga éxito a largo plazo debemos conseguir unos hábitos alimentarios y un estilo de vida saludable”, ha señalado.
Un buen objetivo podría ser tomar un solo vaso de refresco al día en personas que toman un litro diariamente, de esta manera se irá valorando la evolución según se alcancen los objetivos. La prohibición de un determinado tipo de alimentos es contraproducente en el tratamiento para la pérdida de peso, “puesto que cuanto más se prohíba, más se incrementarán las ganas de consumirlo y esto puede causar más ansiedad”.