El 77% de los mayores reconoce que no bebe la cantidad de líquidos que debiera
Las personas mayores tienden a perder una proporción de líquido mayor que el resto. Además, según una encuesta realizada realización por la Fundación Edad & Vida, un 77% reconoce que no bebe la cantidad que debiera.
La Fundación Edad&Vida organiza la novena edición de su ‘Campaña de Hidratación’, una iniciativa por la que cerca de 5.000 personas mayores de toda España recibirán recomendaciones generales para estar adecuadamente hidratadas en verano.
Las personas mayores tienden a perder una proporción de líquido mayor que el resto. Además, según una encuesta realizada realización por la Fundación Edad & Vida, un 77% reconoce que no bebe la cantidad que debiera. Por todo esto, parece claro que la labor de los centros residenciales en esta época del año resulta esencial para mantener en perfectas condiciones el estado de salud de sus mayores.
Según la European Food Safety Authority (EFSA), la ingesta diaria adecuada de líquidos incluye de forma general 2 litros para las mujeres y 2,5 litros para los hombres. Además, para la EFSA, el 80% debe de proceder de las bebidas, incluida el agua, y un 20% de los alimentos. También es importante controlar el aporte de azúcar añadido, apostando por las variedades de bajo contenido en azúcar o sin azúcar, y aumentar el consumo de ciertos alimentos con alto contenido en agua como frutas y verduras (melón, sandía, naranja, pomelo, uva, zanahoria, pepino, etc.) que ayuden a mantener un adecuado nivel de hidratación.
Tal y como sugiere la “Guía de buenas prácticas clínicas en Geriatría: alimentación, nutrición e hidratación en adultos y mayores”, de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), es muy recomendable comenzar el día con un vaso de agua de 200 ml para facilitar la motilidad intestinal; aumentar la ingesta de líquidos en ambientes calurosos y antes, durante y después de actividad física, además de elegir las bebidas en función del nivel de actividad física, temperatura ambiental, necesidades fisiológicas y estilo de vida.
Hay que recordar que cuando las personas mayores sienten sed es un síntoma de que su hidratación no es la adecuada. Y es que, con la edad, disminuyen las ganas de beber. Este es un problema que, según la Fundación Edad&Vida, se produce por las dificultades de movilidad o por la presencia de otras enfermedades que pueden hacer que las personas mayores ingieran menos líquido de lo necesario, por lo que se recomienda beber sin esperar a tener sed, ingerir agua y líquidos de forma gradual a lo largo del día, entre los que se incluyen también las infusiones, leche, caldos, zumos y néctares de frutas, etcétera; intentando elegir aquellos con el menor contenido posible de azúcar añadido.