Solo un 10% de los niños con alergia a frutos secos consigue superarla de forma espontánea, pues en la mayoría de los casos esta alergia persiste en la edad adulta. Los avances conseguidos en la inmunoterapia a alimentos podrían mejorar el futuro de estos niños y conseguir que estas cifras sean mayores, lo que tendría un notable impacto en su calidad de vida. Son algunas de las conclusiones que se expondrán durante el XLV Congreso que la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) celebra del 27 al 29 de mayo de forma virtual.
Los avances en los tratamientos podrían mejorar la desensibilización de los niños con alergia a frutos secos
Tal y como recoge SEICAP, los frutos secos son la segunda causa de alergia a alimentos de origen vegetal tanto en la infancia como en la edad adulta y la principal causa de mortalidad por anafilaxia durante la adolescencia. En España, la principal responsable es la nuez, seguida de la avellana, la almendra y el cacahuete. Un estudio español constata que la incidencia acumulada de alergia a estos alimentos en los tres primeros años de vida era del 0.83%, aunque algunas estadísticas la sitúan hasta en el 2%. “El principal tratamiento para estos casos es la evitación total del alimento en la dieta. En el caso de los frutos secos la opción clásica era evitar todos los frutos secos, incluyendo aquellos que el niño toleraba, ya que era una medida más fácil de cumplir y con menor riesgo de ingestas accidentales”, comenta el doctor Carlos García Magán, miembro del Grupo de Trabajo de Alergia Alimentaria y uno de los ponentes de la mesa El paradigma de la alergia a frutos secos programada en el Congreso de SEICAP.
La atención de los niños con alergia alimentaria se ha visto mermada durante la pandemia, según una encuesta realizada por SEICAP
Las dietas restrictivas en las que se eliminan todos los frutos secos disminuyen la calidad de vida de estos niños y suponen un riesgo mayor de desarrollar una alergia alimentaria a otro fruto seco que previamente no padecía. “Además, puede acarrear déficits nutricionales en aquellos menores que tengan alergias alimentarias múltiples”, sostiene el doctor García Magán. La alternativa sería eliminar solo el fruto seco que ha demostrado causar alergia. “Así, mejoramos su calidad de vida, ciertos factores sociales, y conseguiríamos un potencial freno al desarrollo de alergia a otros frutos secos. Sin embargo, puede ser más difícil de cumplir y dar lugar a confusión, errores e ingestas accidentales”, añade.