Los problemas bucodentales en los niños son unas de las principales causas de absentismo escolar.
Por eso, desde el Consejo General de Dentistas se recomienda acudir a una revisión odontológica antes de empezar las clases, lo que permitirá diagnosticar precozmente cualquier problema de salud oral y solucionarlo a tiempo.
El dentista detecta otras afecciones que pueden requerir tratamiento, como la respiración bucal, un hábito que puede tener consecuencias para la salud bucodental y general del niño:
- Cambios en el rostro: respirar por la boca altera el crecimiento y desarrollo de los maxilares. La respiración bucal está relacionada con la mordida abierta, el paladar estrecho y la mandíbula retraída.
- Dientes mal alineados: la respiración oral puede afectar a la posición de los dientes, que pueden torcerse y apiñarse, lo que dificulta la higiene y aumenta el riesgo de caries y enfermedades de las encías.
- Problemas de mordida: los niños que respiran por la boca a menudo tienen problemas mandibulares que les generan dificultades para morder y masticar los alimentos de manera eficaz.
- Deshidratación oral: la respiración bucal provoca sequedad en la boca y disminuye la producción de saliva, creando una propensión a padecer caries, mal aliento y acumulación de bacterias.
- Ronquido y tos nocturna: al no respirar por la nariz, cuando el niño se tumba le resulta difícil respirar y tener un sueño reparador.
- Apnea del sueño: la apnea es una pausa respiratoria que se produce al dormir e impide una buena oxigenación y descansar correctamente.
- Irritabilidad, falta de atención y cansancio.
- Otitis de repetición y baja audición.