Este jueves 4 de marzo se celebra el Día Mundial contra la Obesidad para concienciar a la población sobre el daño que conlleva una dieta alta en grasa y azúcares. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
En España afecta a 8,4 millones de personas de las cuales 1,5 millones son niños y adolescentes, sin embargo, un 73% no se auto percibe como tal.
Tal y como recoge Quirónsalud, según datos de la misma OMS, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial. Es más, se estima que desde 1975 esta enfermedad se ha triplicado, logrando que, en 2016, 1.900 millones de adultos la padeciesen, así como 340 millones de niños y adolescentes.
“En la actualidad, la obesidad es considerada la pandemia del siglo XXI y representa uno de los principales problemas de salud pública, tanto en entornos desarrollados como en vías de desarrollo. Es una patología multifactorial compleja, cuyas causas pueden ser genéticas, metabólicas, psicológicas o neuroendocrinas, entre otras y su tratamiento tiene que abordarse de manera multidisciplinar “, explica la doctora Susana Monereo, endocrina del Ruber Internacional Centro Médico Habana y secretaria General de la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad).
“las mujeres son un sector de la población especialmente vulnerables ya que tiene más porcentaje de grasa corporal que los hombres, los sistemas de almacenamiento de grasa son más potentes y la menopausia produce una pérdida de masa muscular y aumento de masa grasa” detalla la experta.
De acuerdo a la doctora Susana Monereo, la obesidad es el tercer factor prevenible que más reduce la calidad de vida. “Incrementa el desarrollo de enfermedades metabólicas, mecánicas y mentales como la depresión, la ansiedad, dolor de espalda crónico, enfermedades cardiovasculares entre muchas otras” matiza.