EN BUENAS MANOS

Contra la obesidad y el sedentarismo

Y es que las personas que mantienen unos niveles razonables de actividad física, tienen una menor probabilidad de padecer enfermedades crónicas o una muerte prematura. La actividad física contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar su calidad por medio de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales. También hay que considerar los costes económicos en términos de enfermedad. Se calcula que los costes sanitarios de las personas activas son un 30% inferiores a los que ocasionan aquellas personas inactivas y sedentarias.

ondacero.es

Madrid |

Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) en España, el 39,3% de la población tiene sobrepeso y el 21,6% obesidad. Unas cifras que hay que tomar en serio trabajando en la alimentación saludable y luchando contra el sedentarismo.

Para ello, el Servicio Andaluz ha publicado junto a la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria (ANASEC) una “Guía para disminuir el sedentarismo”, un fuerte compromiso para fomentar la actividad física entre los pacientes.

José Manuel Aranda, Director Gerente del Servicio Andaluz de Salud recuerda en esta guía que fomentar el hábito de realizar ejercicio regular, mediante la prescripción de actividad física por profesionales competentes, entre las personas que acuden a los Centros de Atención Primaria, probablemente sea una de las actuaciones que tengan un impacto más beneficioso en términos de salud para la ciudadanía, mejorando el pronóstico de las enfermedades cardiovasculares y disminuyendo el riesgo de padecer una enfermedad coronaria y de diabetes a largo plazo.

Por su parte Felisa Gálvez, presidenta de ASANEC, afirma en el documento que a través de la guía encontramos recomendaciones sobre actividad física sobre cómo abordar el consejo/prescripción del ejercicio físico en, consulta, así como, llegar a un acuerdo con el paciente sobre el tipo de ejercicio más adecuado, inicio, duración de cada sesión y días de práctica a la semana.

Y es que las personas que mantienen unos niveles razonables de actividad física, tienen una menor probabilidad de padecer enfermedades crónicas o una muerte prematura. La actividad física contribuye a la prolongación de la vida y a mejorar su calidad por medio de beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales. También hay que considerar los costes económicos en términos de enfermedad. Se calcula que los costes sanitarios de las personas activas son un 30% inferiores a los que ocasionan aquellas personas inactivas y sedentarias.

Como sabemos la inactividad física y el sedentarismo son causa de enfermedad, existiendo una relación entre actividad física, morbilidad y mortalidad global. El ejercicio físico es la mejor herramienta disponible para retrasar y prevenir las consecuencias del envejecimiento, así como para fomentar la salud y el bienestar de la persona.

Andalucía también se ha propuesto luchar contra la obesidad aprobando un proyecto de Ley para la Promoción de una Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada. Se trata de la primera vez que se regula con el máximo rango normativo la lucha contra la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria en general.

Para las personas que padecen obesidad o trastornos de la conducta alimentaria, se reconoce el derecho a una atención sanitaria integral y continuada, así como al pleno respeto a su dignidad personal y a la no discriminación social, laboral o sanitaria por razón de su problema de salud.

Además la futura ley establecerá el derecho de la población andaluza a la información, el conocimiento, la promoción, la prevención y la participación en las iniciativas de salud pública relacionadas con la alimentación equilibrada, la actividad física y el entorno físico y psicosocial saludable. Seguro.