La frecuencia de osteoporosis en individuos jóvenes es similar en ambos sexos, según recoge la Sociedad Española de Reumatología (SER). “En este grupo de población el desarrollo de osteoporosis suele asociarse a causas secundarias; de hecho, se ha descrito que alrededor del 50% de individuos jóvenes con osteoporosis, tanto hombres como mujeres, presentan enfermedades o fármacos relacionados con su desarrollo, siendo el tratamiento prolongado con glucocorticoides una de las causas más frecuentes”, explica la Dra. Pilar Peris, reumatóloga del Hospital Clínic de Barcelona durante el II Curso de Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea de la Sociedad Española de Reumatología, celebrado con la colaboración de Amgen y UCB.
Asimismo, existen otros procesos que también han sido implicados en el desarrollo de osteoporosis en población joven y que varían según el sexo del individuo. Así, en el hombre, “el hipogonadismo, la ingesta elevada de alcohol y el tratamiento con glucocorticoides son las causas más frecuentes de osteoporosis. Al igual que ocurre en la mujer joven, la alta frecuencia de procesos asociados al desarrollo de osteoporosis en el varón indica la necesidad de realizar una historia clínica y examen de laboratorio dirigidos a descartar causas secundarias de osteoporosis en estos pacientes”, afirma la doctora al tiempo que recuerda que el tratamiento farmacológico va a depender de la etiología de la osteoporosis y del sexo del paciente.
En la mujer joven premenopáusica la presencia de osteoporosis es infrecuente y tiene unas características especiales, como son “su frecuente asociación a causas secundarias de osteoporosis y la necesidad de recordar que la mayoría de mujeres jóvenes se encuentran en edad fértil por lo que el tratamiento farmacológico en este grupo de población siempre deberá valorarse con cautela”, especifica la reumatóloga.
Los especialistas reunidos en el II Curso de Osteoporosis de la SER coinciden en la importancia de mantener unos hábitos de vida saludable para prevenir esta patología, destacando la importancia de realizar ejercicio físico (especialmente con carga) de forma habitual, una ingesta correcta de calcio y vitamina D, así como evitar hábitos tóxicos como el alcohol y el tabaco.