La artrosis de rodilla es una patología degenerativa de las articulaciones que produce una alteración en el cartílago que afecta en nuestro país al 30 por ciento de los mayores de 60 años.
Los pacientes que la padecen sienten dolor y limitación severa de la movilidad. Para tratarla los especialistas emplean normalmente un tratamiento conservador, pero cuando no es suficiente hay que recurrir a la cirugía y en muchos casos es necesario implantar una prótesis total de rodilla.
Me comenta la Dra. Isabel Guillén, Jefe de la Unidad de Cartílago y miembro de la Unidad de Rodilla de la Clínica Cemtro, que se suele recomendar este procedimiento a aquellas personas que tras “haber probado todo”, continúan con dolor o limitación para sus actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.
La prótesis de rodilla se recomendaba históricamente poner lo antes posible para a intentar evitar el desgaste o la necesidad de cambio de prótesis a medio plazo, sin embargo en la actualidad han aumentado los pacientes con cirugías o lesiones en edad temprana. En estos casos los especialistas siguen el mismo criterio que para las personas de edad avanzada, es decir, cuando el tratamiento conservador no funciona y el paciente está incapacitado para hacer sus actividades cotidianas por el dolor de su rodilla, independientemente de la edad, puede necesitar una prótesis de rodilla, y en ese caso los expertos le indicarán cuál es la adecuada, de mayor calidad y duración para su caso.
Ahora la cirugía robótica (Mako) ha llegado a este tipo de intervenciones. Frente a la cirugía convencional, esta técnica ofrece una recuperación temprana de la función de la articulación, menos dolor y mayor satisfacción del paciente, así como menor necesidad de analgésicos y menos sesiones de fisioterapia. Es lo que hay. Seguro.