El Skin Booster es un nuevo concepto del rejuvenecimiento facial que actúa hidratando profundamente, revitalizando y dando luminosidad a la piel desde el interior, mejorando la estructura cutánea y su elasticidad. Es un tratamiento ideal para aplicar en invierno, debido a la deshidratación que se produce en esta época del año, y antes del verano para evitar manchas, según recoge Quirónsalud.
Tintoré Brasó utiliza una fórmula exclusiva de ácido hialurónico, aminoácidos, colágeno y vitaminas que estimula la generación natural de colágeno tipo I, previniendo el envejecimiento y el rejuveneciendo la piel.
A través de esta redensificación cutánea, la piel recupera elasticidad y firmeza, las arrugas finas y cicatrices producidas por el acné se atenúan y la calidad de la piel mejora.
El tratamiento es eficaz, rápido y sencillo. Los profesionales de Tintoré Brasó inyectan el producto en el rostro mediante micropunciones dérmicas indoloras. Estas inyecciones actúan en las capas medias y profundas de la piel redensificándola desde el interior, estimulando la generación natural de colágeno tipo I. Tras ello, se aplica una máscara de ácido hialurónico que actúa dándole luminosidad a la piel y rejuveneciéndola.
A partir de la semana de inicio del tratamiento el rostro presenta un aspecto más luminoso e hidratado.
La piel recupera densidad, se rellena y las pequeñas arrugas se difuminan.
Día a día la piel está más radiante y joven.
Es un tratamiento indicado para pacientes que quieren mejorar su calidad cutánea y prevenir el envejecimiento, y para tratar los signos de la edad y mejorar la calidad y elasticidad de la piel. Es interesante realizar un tratamiento intensivo comenzando con una sesión cada 15 días, en función del estado actual de la piel, para luego continuar con una sesión mensual durante 3 meses consecutivos. Después se realizará una sesión cada 6 o 12 meses para un adecuado mantenimiento de la piel. Las sesiones acostumbran a durar entre 15 y 20 minutos.