El seleccionador de ciclismo sigue aislado en Tokio tras su positivo por coronavirus: "Ahora mejor, he pasado unos cuantos días malos. Esperando que pasen los días para poder ir para España. Todos los que damos positivo nos mandan al mismo hotel y lo normal es estar unos diez días. Te suministra la medicina el COE y te mandan una enfermera desde la organización. Cuando vienes a unos JJOO el máximo es defender a tu país como se merece, aquí nos ha salido todo de mal en peor"
La prueba de ruta llegó tras una difícil situación en la que la incertidumbre se apoderó de la concentración del equipo español porque no sabían si iban a poder correr: "Tenemos ciclistas muy buenos que no suelen fallar y están acostumbrados a correr en todos los sitios. Dos días antes de la carrera empezó todo el tema del coronavirus, que nos dejaban correr, que no. El día antes de la competición nos levantamos a las 6 de la mañana y a las doce de la noche seguíamos sin saber si sacábamos las maletas, si nos aislaban. Es normal que las cabezas no funcionaran y que nos pasara lo que nos pasó"
"Hay corredores que se borran porque están muy machacados, otros tienen el objetivo de la vuelta y otros querían venir y yo me decanté por otros. Mikel Landa me dijo que si yo quería iba a venir pero que no iba a estar al nivel que yo esperaba. Hay gente que va de cara", comenta respecto al equipo que seleccionó.
Entrando en los detalles del día previo a la competición, nos cuenta cómo lo vivieron: "El día antes fue duro. Hubo tres positivos en nuestro hotel y el único equipo al que no dejaban competir era al nuestro. Fue una tarde muy tensa, a las 22:30 nos dicen que no competimos, después solo nos dicen que el que se tiene que ir del hotel soy yo. Los ciclistas se levantan a las 6 de la mañana con la tensión y claro que no durmieron"
"Cuando veo a Valverde en cola del pelotón sé que todo se va a ir al traste. Cuando el líder falla lo normal es que todos fallen. Estuvimos lejos", finaliza.