Flandes

Así es la Trienal de Brujas 2024

La Trienal de Brujas es un acontecimiento artístico de primer nivel europeo, que se ha convertido también en un gran atractivo turístico, porque llena el paisaje de obras de arte durante unos meses y algunas son muy interesantes.

Enrique Domínguez Uceta

Flandes | 02.06.2024 13:29

Flandes es una de las ciudades más bellas del mundo, una verdadera maravilla, la Venecia del norte por sus canales, declarada Patrimonio de la Humanidad y admirada por todo el que la conoce. Brujas es de esas pocas ciudades a las que nunca dudamos en volver, yo debo haber ido ya cinco o seis veces y siempre me fascina. Su casco histórico es único, una ciudad llana, cerca de la costa, donde confluyen las aguas dulces del interior del continente para desembocar en el Mar del Norte. Como el sitio ofrecía un puerto perfecto para el intercambio entre la navegación fluvial y la marítima, Brujas tuvo un gran desarrollo durante la edad media, se hizo burguesa y muy rica y se llenó de esas casas típicas de Flandes de piedra y ladrillo, con sus fachadas picudas con remates triangulares. Brujas está llena de un patrimonio espectacular y de museos maravillosos. Una ciudad que se llenó de templos, con una estupenda catedral y con una alta torre del gobierno de la ciudad, a la que se puede subir con sus 366 escalones para contemplar a vista de pájaro el primer recinto antiguo, atravesado por el río y rodeada por un canal, y cuando creció se envolvió con otro canal, es precioso.

A Merced de la naturaleza, Marius Ritiu
A Merced de la naturaleza, Marius Ritiu | Enrique Domínguez Uceta

Dicen que es la Venecia del Norte, por esos canales en los que además se puede navegar

Se puede navegar en sus canales en pequeñas lanchas motoras, pasando bajo los abundantes puentes que los cruzan, pero la comparación con Venecia no la merece sólo por el agua, también por la belleza de lo que se ve al navegar, aunque tenga menos palacios que Venecia, pero el encanto de los jardines y casitas que se asoman en los canales es enorme. La plaza del ayuntamiento es otra maravilla, con sus coches de caballos para pasear a la antigua. Como la ciudad se hundió económicamente en el siglo XIX al cegarse muchos de sus canales navegables, el casco antiguo se quedó congelado en el tiempo y ellos lo asumieron, lo preservaron y ahora se alegran no solo desde el punto de vista del patrimonio, también desde la economía ligada al turismo, porque la pequeña Brujas recibe muchos millones de turistas cada año.

Gazing Ball: Diálogos reflexiones, Lucy + Jorge Orta
Gazing Ball: Diálogos reflexiones, Lucy + Jorge Orta | Enrique Domínguez Uceta

La Trienal ha llevado hasta Brujas un evento con prestigio internacional

Una trienal de arte y arquitectura contemporáneos que vuelve con fuerza para repartir por la ciudad y por su costa buen número de obras de arte contemporáneo que combinan su propia idea artística y su relación con el lugar. El título del certamen es “Espacios de posibilidad”, que viene a explorar el potencial latente en la ciudad, donde partiendo de la preservación del patrimonio, es posible incorporar los conceptos de cambio y de sostenibilidad, y explorar cómo pueden el arte y la arquitectura crear un nuevo marco para este proceso. Una docena de artistas internacionales han aportado su trabajo a la realidad de Brujas, han encontrado espacios a los que incorporarse y los han transformado. Han conectado diferentes partes de la ciudad, han propuesto nuevas formas de uso y han aportado belleza e interés a lugares que pasaban desapercibidos. En esta ocasión la Trienal de Brujas se ha extendido hasta el puerto, a Zeebrugge y allí se ha unido a otra muestra complementaria que es la Trienal junto al mar, que se llama Beaufort 24, con otras 18 obras de diferentes artistas, que se distribuyen en un bello recorrido a lo largo de 65 km por la costa del Mar del Norte de Flandes, que es maravillosa. Y yo creo que tanto las obras de Brujas como las de la costa proponen actuaciones que pueden interesar a otras ciudades y a otros artistas, son un brillante ejercicio de arte, de arquitectura y de imaginación.

Lo mejor de la Trienal de Brujas es su diversidad, la riqueza de obras y de propuestas y una alta calidad media. Vale la pena verlo, porque se organizan tours guiados, hay apoyo para visitas de grupos y familias, y buena información para que la Trienal y la ciudad funcionen al unísono durante todo el verano. Pero hay obras muy interesantes, por ejemplo, el colombiano Iván Argote ha puesto dos grandes botas de caballero de la Edad de Oro de Brujas, de bronce, que parecen pisar sobre el agua de un canal, creando un efecto mágico y divertido, la mexicana Mariana Castillo ha creado con cerámicas aborígenes de su país una casa para las abejas en un parque, no muy lejos de la Torre del Equilibrio con su sonora campaña creada por Bangkok Project Studio. Muy arquitectónica es la intervención sobre un solar vacío para convertirlo en un lugar de encuentro para los vecinos, con materiales reciclados, creando un reducto de paz y actividad social en el centro urbano, un tipo de intervenciones temporales que podían humanizar mucho nuestras ciudades saturadas. Esa ha sido la propuesta de Norell/Rodhe, daneses. Otra experiencia alucinante y preciosa es el cilíndrico jardín vertical de los italianos Studio Ossidiana y quizá la estrella sea la magia espacial de unos túneles semitransparentes que ocupan uno de los bellos patios de Brujas generados con una malla tensada que se envuelve sobre sí misma, girando como una cinta de Moebius para transformar un espacio de manera espectacular y delicada.

De arriba hacia abajo / Alexandra Bircken
De arriba hacia abajo / Alexandra Bircken | Enrique Domínguez Uceta

Combinar en la Trienal el arte y la arquitectura es la mejor idea

En este caso van unidos porque ambos construyen la ciudad, forman parte de ella y la califican, hacen la belleza y la calidad urbana. Y son todo piezas de libre acceso y uso por los ciudadanos. Hay una pieza muy divertida en el puerto de Brujas, la instalación efímera Estrella de mar del británico Ivan Morison que es una especie de isla artificial junto a la costa, a la que puedes acceder caminando entre charcos con marea baja, y la isla es como un mecano de tubos de hormigón de gran diámetro en los que puedes entrar y salir como en un divertido laberinto, recorrerlos en su interior y bañarte dentro o fuera, una idea divertida en la que los adultos también pueden jugar al escondite como niños.

Star of the Sea, Ivan Morison
Star of the Sea, Ivan Morison | Enrique Domínguez Uceta

Brujas se puede recorrer a pie, pero visitar las obras de la costa es más complicado

En realidad, las piezas de la costa se unen a las de anteriores ediciones y forman lo que llaman el Parque de esculturas de Beaufort, que forma una colección estupenda que se puede recorrer de varias maneras, una es utilizar el tranvía de la costa, el del recorrido más largo del mundo, más de 65 km, con el que puedes recorrerlas de manera sencilla, rápida y sostenible, pero también se puede hacer una bonita ruta en bici por una costa de inmensos arenales que cambian con las mareas y que es preciosa.

Troubles Sea, Lucie Lanzini
Troubles Sea, Lucie Lanzini | Enrique Domínguez Uceta

La Trienal es una atracción turística que va a estar abierta todo el verano

Todas las piezas están instaladas desde principios de abril y se pueden visitar y van a permanecer hasta el 1 de septiembre las de Brujas y las de Beaufort 24, las de la costa, hasta el 3 de noviembre. De las 18 obras de la costa, ocho serán permanentes, uniéndose a las más de 40 que conservan de otras ediciones. Y si unes todo, una ciudad bellísima Patrimonio de la Humanidad, con la docena de obras de arte incorporadas que proponen verdaderos acontecimientos, como si estuvieras en un parque de atracciones del diálogo entre la historia y el arte contemporáneo, pues Brujas y la costa de Flandes van a ser una fiesta durante los próximos meses y convierten el verano de Brujas en una oportunidad incomparable de disfrutar y pasarlo bien. Y que no dejen de asomarse al museo del Hospital de San Juan donde hay una colección de obras de Hans Memling absolutamente maestras, sobre todo el Relicario de Santa Úrsula y ese tríptico del Retablo de San Juan, o de ver la Madonna con el Niño de Miguel Ángel, en la catedral, la Madonna de Brujas.