Prácticamente en todo el país, porque el almendro es árbol de secano, pero lo encuentras también en climas más húmedos, está en todas partes y cuando los paisajes de invierno, de árboles sin hojas, ven aparecer las flores blancas de los almendros, se produce uno de los momentos mágicos del año, se convierten en lugares especialmente hermosos, además con una belleza efímera, porque no dura mucho. El almendro es un árbol atípico, en el que aparecen las flores en sus ramas antes de que hayan surgido las hojas, que llegan más tarde y esa sensación que produce ver el árbol con las ramas llenas de flores, pero sin hojas es de una delicadeza increíble. Como es un árbol de secano, de paisajes duros y poco fértiles, su presencia en terrenos rocosos y áridos resulta aún más hermosa cuando florece.
La verdad es que en estas fechas, vas por sitios por los que pasas cada día, los ves totalmente cambiados y es cuando te das cuenta de la cantidad de almendros que hay por todas partes.
En España hay más de doscientas mil hectáreas de almendros
Todos florecen entre la primera quincena de enero y finales de marzo, dependiendo de las temperaturas, por eso en los sitios en los que hay mucho almendro, la floración es como una ola que empieza en las partes bajas más cálidas y va subiendo por las laderas a medida que suben las temperaturas. En algunas zonas son escasos los almendros, como sucede en Galicia, Asturias, Cantabria o el País Vasco, pero verlos florecer en blanco sobre el fondo verde del Cantábrico es precioso. En la meseta central su presencia es excepcional, por eso, cuando florecen se produce un acontecimiento estético incomparable. Y hay otros lugares en los que el almendro es muy abundante, es el protagonista indiscutible del paisaje, es el caso de la Sierra de Tramontana en Mallorca, por ejemplo, o de muchos paisajes de las provincias de Alicante y de Murcia, que yo creo que son las provincias con más cantidad de almendros y mayor producción de almendras, que sí son agradables a la vista, en el paladar son imbatibles, reinas de nuestra repostería. Crudas, tostadas, en turrón, riquísimas.
Es una pena que aquí no tengamos una gran fiesta para recibir la floración de los almendros como hacen en Japón con la floración de los cerezos. Allí, en Japón, está todo el mundo esperando la floración de los cerezos para echarse a la calle y disfrutar de los parques cubiertos del color rosado de la flor del cerezo.
En Japón hacen fiestas Hanami para admirar las flores
Las flores sakura llegan un poco más tarde que las del almendro, por eso nuestra fiesta de los cerezos más famosa es la del Valle del Jerte extremeño, pero aún falta porque será a final de marzo y principios de abril. Pero sí tenemos algunas fiestas de almendros en flor. En el alto municipio de Tejeda, en Gran Canaria, son de Interés Turístico Internacional, cuando los valles se pintan de blanco. Este año han sido el 4 y el 5 de febrero, pero todo el año se pueden disfrutar los dulces que hacen con las almendras en sus maravillosas dulcerías. Hoy mismo celebran la Muestra del Almendro en Flor de Garrovillas de Alconétar, en Cáceres, que tiene un enorme almendral alrededor y se celebra con una ruta al Gallito, donde abundan los almendros en flor y están preciosos. Pero podemos ir también cualquier día y hacer el paseo por nuestra cuenta.
Antes, los almendros anunciaban la proximidad de la primavera, pero ahora es la primavera la que fuerza la floración. Cosas del calentamiento global que algunos no quieren ver y los almendros están donde los plantaron los árabes, en zonas de secano, en las zonas altas a las que no llegaban los regadíos. Me impresiona ver que aquella manera de usar el territorio no ha cambiado, sigue viva y los paisajes de almendros que vemos hoy son históricos, estaban igual 8 o 12 siglos atrás, cuando lo transformaron los agricultores.
Las flores del almendro son las primeras del invierno
Para las próximas semanas, recomiendo que vayamos de viaje al Levante, a ver almendros en flor. Hay paisajes allí muy recomendables ahora. Si queremos empezar por Alicante podemos ir hasta el Valle del Vinalopó, que está absolutamente plagado de almendros, y también hasta la Vall de Pop donde celebran la floración en el pueblo de Alcalalí, con rutas senderistas. Y también hay muchos árboles en la zona de Elche y en los alrededores de Jijona, que también están cuajados de almendros. No olvidemos que con sus frutos se hacen los exquisitos turrones de Jijona, así que el pueblo aparece rodeado por árboles que regalan su belleza en estos días. En Murcia podemos visitar las encajonadas laderas próximas a Mula, el Campo de Cagitán, por Calasparra, Cehegín y Cieza y los paisajes de Sierra Espuña y de Totana, situada a sus pies, y también las tierras de Cartagena, en la Iberia seca, donde menos llueve durante el año.
En Cataluña hay paisajes llenos de almendros como los llanos de Urgell
Hay muchos lugares donde son abundantes los almendros, por ejemplo, en el campo de Tarragona y también por toda la cadena litoral catalana y en la depresión Vallés-Panadés, que divide la cadena litoral en dos partes. Y, saliendo de Barcelona, podemos ir a la provincia de Lleida y recorrer los llanos de Urgell o esperar a que incluso en abril se tiñan de blanco las copas de los almendros que crecen en el Pirineo, donde las temperaturas más bajas retrasan la floración y cruzando a Huesca, en Loarre tienen preciosos campos de almendros cerca del impresionante castillo.
Andalucía tiene buenos paisajes floridos en estos días
Vinieron con los árabes y se quedaron con los moriscos en las zonas más pobres a las que fueron apartados. Es el caso de la Hoya de Guadix, en Granada, en Cuevas de Almanzora y en Filabres-Alhamilla, en Almería, en las Alpujarras, en el valle del Río Verde granadino, que es una maravilla, donde los cultivos van por pisos, en el más bajo y cálido están los chirimoyos, por encima los aguacates y en lo más alto y seco los sufridos almendros. Estos van floreciendo de abajo hacia arriba en las laderas del valle, como fuegos artificiales de flores blancas cada vez más altos. También los encontramos en las partes costeras de Cádiz y de Huelva, donde ya habrán florecido, pero yo recomendaría seguir la costa hacia el oeste, a Portugal y recorrer el Algarve, que tiene muchos almendros, donde la leyenda dice que hubo un rey árabe que plantó el territorio de almendros para que su esposa, de origen nórdico, recordase las tierras nevadas de su país cuando florecían los almendros en el mes de febrero.
La carretera de Madrid a Toledo siempre ha tenido muchísimos almendros que florecen en febrero, lo mismo sucede en Aranjuez, pero un poco más lejos de la capital se encuentran sitios preciosos como las Arribes del Duero en Salamanca, que tiene un microclima especial, más cálido que su entorno, donde florecen pronto los almendros, por eso en La Fregeneda organizan cada año una Marcha de Almendros en Flor que será el próximo sábado 24 de febrero, muy recomendable, hay que apuntarse, y por 15 euros hay marcha con guía, vuelta en autobús y comida incluida. Otra zona que está muy bien, muy bonita estos días, es la de las sierras de Albacete, entre la capital y Ayna, o en las proximidades de Hellín, porque cuentan con agrupaciones de árboles de gran belleza, o en lugares como Villalpardo, en la provincia de Cuenca, donde se calcula que cuentan con 3.000 hectáreas de almendros, pero en estas fechas, vivamos donde vivamos, seguro que tenemos cerca un paisaje que se viste de blanco con los almendros en flor.