Chile tiene 46 Parques Nacionales, 45 Reservas Nacionales y 18 Monumentos Naturales. Sin contar con Rapa Nui, la fabulosa Isla conocida como Isla de Pascua a la que estoy como loca por ir. Así que fíjate con qué joyas tiene que competir la propia capital del país, casi eclipsada por sus maravillas y por eso creo que es tan desconocida. Santiago de Chile está cuajada de cultura, de paisajes, de gastronomía y de vida nocturna. Y es muy curiosa porque junto a su casco histórico está organizada por barrios, que con casi seis millones de habitantes, aglutinan el 40 por ciento de habitantes de todo el país. Entre el Pacífico y los Andes Santiago es una ciudad que cautiva a pesar de no tener grandes edificios coloniales ni construcciones centenarias así que te diría que Santiago de Chile es una joven ciudad de casi quinientos años.
El casco histórico de Santiago de Chile destila historia porque un siglo después de que allí vivieran los Incas y los mapuche, por el desierto de Atacama entró en 1541 el explorador Pedro de Valdivia para instalarse en la cuenca del río Mapocho y fundar Santiago de Nueva Extremadura, la actual Santiago. No lo tuvo fácil porque los indios mapuche han sido muy combativos, de hecho, Lautaro que era un mapuche que adoptó Valdivia, se convirtió en un guerrero que fue quién le mató. Y la Guerra del Arauco duró más de dos siglos, y ha dejado un poso mapuche pervive en Santiago. Así que hoy es muy fácil encontrar en el casco histórico rituales de los indios mapuche que son seguidos con fervor. El epicentro de Santiago de Chile es la Plaza de Armas donde está la Catedral, el edificio de Correos y el Museo Histórico Nacional. Es el corazón de la capital, el Kilómetro Cero y aquí está la enorme estatua Ecuestre de Pedro de Valdivia con el acta de la Fundación de Santiago en su mano, y también está el monumento al Pueblo Indígena.
A 5 minutos andando está la Plaza de la Constitución donde se alza el Palacio de La Moneda, la sede del Poder Ejecutivo que fue inaugurado en 1805 como Real Casa de La Moneda y luego fue la casa de gobierno donde vivían los presidentes del país. Pero sobre todo, el palacio de la Moneda es famoso por el bombardeo que sufrió en septiembre de 1973 en el sangriento golpe de estado de Pinochet contra Salvador Allende y que terminó con el suicidio del presidente democrático y con una dictadura que duró hasta 1990.
Santiago es una ciudad de vecindarios que se han convertido en el epicentro de la vida local, con mucha tradición pero muy chics y en permanente evolución. Que los oyentes tomen nota porque yo no me perdería los cinco más importantes, el Barrio Yungay, el barrio París-Londres, el Barrio Bellavista, el Barrio Lastarria y el Barrio Italia.
Yungay es un imprescindible que destaca por su ambiente bohemio
Por sus locales donde se baila cueca y por su interesante gastronomía en los restaurantes más icónicos. Y también tengo que decirte que tiene un vecino ilustre como el presidente Gabriel Boric que vive entre estas casonas de colores y los preciosos y enormes murales de las fachadas de las casas le dan un sabor especial.
En Yungay no hay que perderse el Museo de la Educación Gabriela Mistral, el museo del Sonido con una valiosa colección de gramófonos y una interesante propuesta de conciertos y el MAC Quinta Normal, de arte contemporáneo. Y desde luego el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, que pone cara y nombre a las víctimas de la dictadura militar de Augusto Pinochet, a través de miles de fotografías, de testimonios, de grabaciones, de objetos personales, de expedientes policiales y de entrevistas a represaliados. Está en un magnífico edificio de cristal y hormigón de más de 10.000 metros cuadrados que juega con la luz y la oscuridad, y desde luego es una experiencia muy emotiva.
No podemos perdernos la Peluquería Francesa, uno de los locales más singulares en los que he estado en mi vida. Es una peluquería que atiende a los vecinos desde hace más de 150 años donde la cuarta generación ha añadido un restaurante, un antiguo almacén y un museo repleto de artilugios. Tiene 12 salones donde probar la deliciosa comida local y una azotea donde saborear un pisco sour, el cóctel más popular del país.
El Barrio París-Londres se llama así por la confluencia de las calles París y Londres
En el siglo pasado fue el punto de encuentro de intelectuales y artistas y hoy está salpicado de hoteles boutique y de cafeterías con terracita. Y tengo que decirte que también está muy ligado a la vida política del país porque en el número 38 de la calle Londres está el edificio que fue el lugar de detención y tortura durante la dictadura de Pinochet. Entre los adoquines de la entrada al edificio hay docenas de placas con el nombre y la edad de los hombres y mujeres que fueron asesinados o desaparecieron tras pasar por estas instalaciones. Afortunadamente hoy es un espacio de encuentro cultural y sobre derechos humanos.
El barrio de Bellavista que está a los pies del Cerro San Cristóbal
Es un barrio colorido, elegante y bohemio y está lleno de buenos restaurantes, galerías de arte, cafés con encanto, arte urbano, y teatros. Y aquí además de tener la cámara de fotos preparada, no hay que perderse La Chascona, la casa de Pablo Neruda que hoy es un museo estupendo.
El cuarto barrio, el Lastarria, está a los pies del Cerro de Santa Lucia Welén desde donde hay unas increíbles vistas de Santiago y desde donde Valdivia visualizó la futura ciudad de Santiago en lo que aún eran tierras mapuches. Aquí está el Castillo Hidalgo, un fuerte del siglo XIX, una impresionante torre mirador, y una increíble flora que en tiempos ya enamoro a Charles Darwin. Y a los pies de este cerro parque está Lastarria el barrio más bohemio y animado de Santiago, con muchas galerías de arte entre parques, bulevares, y museos, como el Nacional de las Bellas Artes, el de las Artes Visuales o su joya más preciada, el Centro Gabriela Mistral.
Otro que no debemos perdernos es el Barrio Italia
Podríamos decir que es el barrio de Diseño porque está cuajado de cafeterías con encanto, tiendas de ropa de diseño y decoración, talleres de restauración de muebles, establecimientos gourmet o una bodega en la que saborear una copa del mejor vino. Casi todos los edificios acogen nuevos negocios junto a viejas tiendas de ultramarinos, de libros de segunda o tercera mano, de muebles y de cachivaches antiguos, donde yo me encuentro en mi salsa y está lleno de murales firmados por reconocidos artistas urbanos que son impresionantes.
Un buen recorrido por las calles de una de las capitales menos conocidas, podemos encontrarlo en el Sky Costanera, el mirador más alto de Sudamérica, de 300 metros y que ofrece una vista de 360 grados de Santiago y una panorámica sensacional de Los Andes. Yo creo que ni desde el avión se ve mejor una de las cordilleras más famosas del mundo. Este mirador está entre las plantas 61 y 62 del edificio, y recomiendo visitarlo al atardecer y aprovechar para cenar allí.