Santander es un destino cada vez más abierto al viajero con inquietudes culturales, a quien quiere acercarse a las artes plásticas, la música, la arqueología… al tiempo que disfrutar del patrimonio, de una de las bahías más bellas del mundo, de paseos en barco y actividad náutica, de una gastronomía de alta calidad que no le va a la zaga a otras regiones norteñas y de esa joya natural que es Costa Quebrada, candidata a entrar en la Red Mundial de Geoparques de la UNESCO.
Santander, extensión del Museo Reina Sofía
A corto plazo, la capital cántabra sumará a su portafolio tres importantes nuevas dotaciones con las que entrar en la liga internacional de la Cultura y posicionarse como la capital cultural del Norte del país y una de las más relevantes de Europa. Para 2026, si los plazos de las obras en marcha se cumplen, Santander contará con tres potentes focos culturales: el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), que quedará establecido en una sede fija, el Faro Santander, proyecto cultural de la Fundación Botín, y el único centro asociado del Museo Reina Sofía fuera de Madrid. Éste último se ubicará en el histórico edificio del Banco de España en Santander y se nutrirá de los fondos del Archivo Lafuente, en manos públicas desde 2022. Una colección deslumbrante de más de ciento treinta mil ítems considerada por el Ministerio de Cultura como “el Guernica de los fondos documentales”.
Una reapertura muy esperada
Mientras esas tres grandes dotaciones se levantan y la ciudad avanza un paso más en su camino como referente artístico, Santander puede ya explorarse en un anillo cultural que nos lleva de las alturas de la torre de la catedral a la muralla foral y al subsuelo de un refugio antiaéreo, pasando por los lugares del incendio de 1941 que marcó y transformó la urbe. El 18 de mayo reabrirá su Museo de Arte, el MAS, que atesora las colecciones de arte municipales con más de seis mil fondos y lo hará con una exposición temporal de una gran figura de la pintura contemporánea española, Juan Uslé.
Una experiencia cultural que marida a la perfección con los productos cántabros de kilómetro cero que el viajero encuentra en el bellísimo Mercado de la Esperanza, que con 120 años de vida es muy querido por los santanderinos y punto de encuentro de los viajeros. Otra opción gastronómica es probar los productos que cocinan en el Mercado del Este, un templo de los viajeros gourmets. Experiencias enriquecedoras para llevarse el mejor sabor de boca.
Paseamos por éstas y otras bondades santanderinas acompañados por Gema Igual, alcaldesa de Santander.