Las islas más visitadas son las que concentran mayor oferta de servicios, como Mahé, Praslin y La Digue, aunque en las otras encontramos hay opciones de gran interés. Y sí hay tesoros en tierra, en sus fondos marinos de aguas turquesa y de gran riqueza natural, descubrimos un mundo de más de 1.000 especies marinas diferentes, que resulta un placer explorar, ya sea buceando, o simplemente haciendo snorkel.
La belleza de Seychelles ha convertido este antiguo refugio de exploradores
Aventureros, piratas y tortugas gigantes en un destino privilegiado para los miles de turistas que visitan las islas anualmente, muchos de ellos en viaje de luna de miel.
Las islas fueron descubiertas, redescubiertas, visitadas, conquistadas y reconquistadas por navegantes árabes, malayos, portugueses, franceses, británico, hindúes y demás viajeros de todo el mundo. Algo que ha esculpido una variedad racial y cultural en la identidad de las islas y de sus gentes. Hoy desde el punto de vista político, este lugar paradisíaco es una democracia que vive de los cultivos tropicales, la pesca y el turismo como motores económicos del país. La isla de Praslin, famosa por su luz, se ha convertido en el hogar predilecto de numerosos pintores, artistas, escritores y viajeros que buscan su inspiración en un destino de paz y tranquilidad.
Cuenta con hoteles de ensueño, atractivas villas sobre hermosas playas y ofrecen infinidad de experiencias y actividades en las aguas que rodean unas islas, envueltas por paisajes de coral, donde viven infinidad de especies. Sí tenemos suerte en nuestra visita podemos ver especies como el pez mariposa, el pez ángel, el imponente pez napoleón, preciosas tortugas marinas y solo disponible para los más afortunados, el impresionante tiburón ballena. El clima de Seychelles es cálido a lo largo de todo el año pero dependiendo de sí queremos ver animales o encontrar precios más económicos, podemos elegir unos u otros meses, aunque durante todo el año tienen una temperatura media del agua de 29 grados y de entre 20 y 29 en la superficie.
Los mejores meses para viajar a Seychelles son los que marcan los cambios de estación
Abril, mayo, octubre y noviembre son los mejores meses, aunque durante estos dos últimos ya comienza a llover de forma abundante. Junio, julio, agosto y septiembre también son buenos meses para visitar Seychelles, ya que apenas llueve. Diciembre y enero, además de ser los meses más lluviosos, es cuando las islas están más saturadas y los precios son más elevados. Con un atractivo debate entre sus llamativos colores azules y sus sorprendentes verdes, las islas Seychelles pueden enorgullecerse de su naturaleza única, que ha logrado mantenerse prácticamente intacta a lo largo de los siglos y un marco incomparable para practicar todo tipo de actividades.
El Coco de Mar es uno de los tesoros mejor guardados del Vallée de Mai
Se trata de una peculiar especie que solo crece en ese lugar y en la cercana isla de Curieuse. Conocido como el auténtico símbolo de las Seychelles, el Coco de Mar (Lodoicea Maldivica) es una palmera endémica del archipiélago de las Seychelles de la que se obtienen enormes frutos con el mismo nombre que pueden llegar a pesar más de 20 kilos. El nombre del coco de mar se debe a que en la antigüedad se pensaba que crecía en el fondo del mar, esta palmera que puede llegar a medir 30 metros de altura y da dos tipos de frutos, uno femenino que tiene la apariencia de la pelvis de la mujer y uno masculino con forma fálica, son fáciles de distinguir a simple vista y aportan aún más sensualidad a las islas