Cartago, 2800 años de historia

Circuito por Túnez en el día de su Independencia

Esta semana, Túnez ha celebrado su fiesta nacional, el 20 de marzo, día de la Independencia, por lo que proponemos un recorrido por Túnez con parada en los lugares declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

Mariano López

Madrid |

Un circuito que empezaría en la capital, Túnez o mejor dicho, al lado de la capital, en Cartago. La leyenda dice que fue fundada hace más de 2800 años por una princesa, la princesa Dido, que vivió sus últimos días enamorada de un superviviente de la guerra de Troya, el príncipe Eneas. Durante siglos, Cartago fue la capital de un gran imperio marítimo, comercial y militar. Los romanos acabaron con su fuerza. Hoy, todas los restos que han aparecido en las excavaciones, son romanos. Hay diez yacimientos arqueológicos que se pueden visitar con una entrada combinada. En el centro del lugar se eleva una colina, en cuya cima se encuentra el Museo de Cartago, que cuenta la historia de la ciudad. La visita a Cartago merecería la pena aunque solo fuera por la belleza del lugar: en el extremo de una península, con vistas al Golfo y al lago de Túnez, entre una ciudad portuaria, Le Kram y uno de los pueblos más bellos junto al Mediterráneo, Sidi Bou Said. Hay que pisar Cartago, el lugar de la historia, luego, visitar también el museo del Bardo. Las piezas más valiosas, mosaicos, estatuas, encontradas en Cartago se exponen en el Museo del Bardo, situado en la capital, en Túnez, nuestro siguiente destino. Una parte de la ciudad, en concreto su medina, también está incluida, como Cartago, en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El minarete de la Mezquita
El minarete de la Mezquita | Pexels - Mahmoud - Yahyaoui - 29148854

La medina está en el centro de la ciudad

Y como muchas otras medinas árabes, es un enorme bazar organizado por gremios, calles y pasadizos cubiertos. Destaca, entre todas los edificios, el precioso y elevado minarete de la gran mezquita Zitouna, la mezquita de la aceituna o del olivo, el santuario más antiguo y más grande de la capital. Tiene 9 entradas y 160 columnas, algunas extraídas hace siglos de las ruinas romanas de Cartago. Hay que dedicar al menos un par de días a Túnez, a Cartago y a Sidi Bou Said y luego continuar este circuito por el este, siguiendo en el mapa las agujas del reloj, hacia las playas de Hammamet y de Susa. Un viaje a la costa más visitada de Túnez, en el que tu también incluyes lugares Patrimonio de la Humanidad.

Hammamet
Hammamet | Pexels - Mahmoud Yahyaoui - 27967402

A 60 km al sureste de la capital se encuentra Hammamet

El centro turístico costero más animado de Túnez. También habrá que dedicar a este lugar qué menos que un par de días, de sol y relajación. Con tiempo para desplazarnos al norte, hasta la ciudad púnica de Kerkuane, a la que se llega desde Hammamet siguiendo una carretera pegada a la costa, una ruta preciosa, durante unos 90 kilómetros. Kerkuane es la Pompeya púnica, el único lugar que posee vestigios de una ciudad cartaginesa. De vuelta a Hammamet, reemprendemos, al día siguiente, nuestro viaje a otra gran capital turística, de maravillosas playas, la ciudad de Susa, al sur, a una hora en coche de Hammamet. La medina de Susa es, también, Patrimonio de la Humanidad. Y da gusto pasear por sus calles adoquinadas, entre casas blancas, restaurantes marineros, vistas al mar, zocos tranquilos y un museo arqueológico que expone la mejor colección de mosaicos romanos, después de la del Bardo. Seguimos viaje, más al sur, al encuentro con el sorprendente, espectacular, anfiteatro romano del Djem.

Anfiteatro romano
Anfiteatro romano | Pexels - Burcu Bircan - 680818596-29403393

En Túnez está el mayor anfiteatro romano de África

Un edificio impresionante. Llama la atención su alzado, su tamaño, tres plantas con 64 arcadas, y sobre todo, que esté construido con piedra arenisca. Es uno de los monumentos más visitados de Túnez. Se encuentra a 70 kilómetros al sur de Susa. Puede ser una parada, entre Susa y nuestro próximo destino, Patrimonio de la Humanidad: la isla de Djerba. Según la leyenda, esta isla fue una de las escalas de Ulises en su Odisea, su retorno a Itaca. Hay que disfrutar de las playas, los bazares y la tranquilidad de esta isla al menos dos días. Luego, reemprendemos camino: tomamos de nuevo el ferry que nos trajo a Djerba desde el palmeral de Gabes, y seguimos hacia el este para encontrarnos primero con las viviendas trogloditas de Matmata y los caminos que llevan a Tatouine, el extremo sur de pais, y nos detenemos en Douz, la puerta del Sahara. Qué menos que dedicar un día a Douz y disfrutar de un paseo en camello por los primeras dunas del norte del Sahara. Seguimos. Hacia el este. Por el desierto salado de Chott el Djerid, al encuentro con los palmerales de Tozeur y Nefta y los oasis de montaña junto a Tozeur. Son lugares excepcionales, maravillosos, aunque todavía no sean patrimonio de la humanidad. Se han propuesto, al menos algunos. Pero aún no están declarados. Si lo están nuestras tres últimas escalas de regreso ya a la capital: la ciudad santa de Kairouan, la ruinas romanas de Dougga y el lago y los humedales del Parque Nacional de Ichkeul.

Alfombras tunecinas
Alfombras tunecinas | Pexels - Burcin Sahin - 1241783210-27592156

Kairouan se encuentra a unos 300 kilómetros al norte de Tozeur

Es, para muchos musulmanes, ciudad santa, la cuarta ciudad santa del Islam, después de La Meca, Medina y Jerusalén. Su nombre deriva del persa, karavan, la misma palabra que en español dio caravana. La Gran Mezquita es su monumento más destacado, se puede visitar en parte. El zoco, el bazar, tiene fama por sus alfombras, excelentes por calidad, diseño, una institución en Tunez las alfombras de Kairouan. Y desde Kairouan, última estancia de nuestro recorrido, regresamos a Túnez con parada en Dougga y en Ichkeul. Dougga es espectacular. Es la joya de las cuatro antiguas ciudades romanas que se encuentran en el interior de Túnez, al oeste de Kairouan. Sbeitla, Maktar, Dougga y Bulla Regia. Dougga posee uno de los conjuntos monumentales romanos mejor conservados del Norte de África, el capitolio, el teatro, los templos, los restos de una ciudad que fue importante en los siglos II y III y que conserva también restos bizantinos. Y de Dougga al parque nacional de Ichkeul, el Doñana, podíamos decir, de Túnez, un paraíso para cientos de miles de aves migratorias, situado al lado de la ciudad de Bizerta, a solo 70 kilómetros de la capital, Túnez.