No es fácil hacer previsiones con independencia de algunos políticos, que me gustaría saber de dónde sacan los datos de crecimiento en un año que va a resultar ser el peor desde hace siete años en cuanto a número de viajeros. Me gustaría equivocarme. Los que no se equivocan son los hoteleros, que están duchos en esto de que escuchar voces, supuestamente documentadas, que suben y bajan las cifras de viajeros a su antojo sin escuchar, la mayoría de las veces, las cifras de origen con la reserva en la mano. Lo hacen sin tener en la mano las tendencias generales emitidas en el barómetro de Exceltur, que hace un análisis de la rentabilidad de los 105 destinos principales españoles, que revelan la prolongación, transcribo literalmente, “de la ralentización entre los meses de junio a septiembre”. De ello ya nos hicimos eco en los últimos datos oficiales, que nos hablan de un crecimiento en ingresos de un 1,1% y de una caída del 1.9% en las ciudades.