Baleares está llevando a cabo inversiones por valor de más de 74,7 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation del componente 14 en proyectos destinados a las entidades locales para la mejora de la competitividad y la capacidad de adaptación del territorio en el ámbito turístico.
De los proyectos a financiar destaca la adquisición de hoteles obsoletos en zonas turísticas maduras para su demolición y reconversión en espacios verdes, así como la rehabilitación de inmuebles en desuso y deteriorados para su rehabilitación y transformación en espacios con nuevos usos sociales y culturales.
El Director de la Agencia de Estrategia Turística de las islas baleares, Joan Planas, explica que los fondos "cuentan con 260 millones de euros para cuatro ejes: transición verde y sostenible, mejora de eficiencia energética, transición digital y competitividad".
"Uno de los aspectos más importantes ha sido el poder adquirir algunos edificios fuera de uso para poder ampliar los espacios públicos", señala Planas, quien remarca que en Mallorca son "pioneros en el desarrollo turístico desde los años 60 de forma ininterrumpida."
Impuesto turístico balear
Otro de los fondos proviene del Impuesto Turístico Balear, destinado a financiar varios proyectos de sostenibilidad y que ha generado cierta controversia.
Joan Planas defiende este impuesto ya que "permite redistribuir ese dinero y llegar a las zonas turísticas y no turísticas, dando la oportunidad para ser la solución a un desarrollo más sostenible para los próximos años".
"Nadie ha dejado de visitar la isla por este impuesto que grava directamente la pernoctación", sostiene.