OFRECIDO POR Fundación Fomento del Turismo de Menorca

Menorca, un universo por descubrir a un vuelo de distancia

La isla de Menorca es sabrosa, aventurera, natural, salvaje, cercana, única, original, virgen y atractiva, entre otras cosas. Y está cerca, mucho más cerca de lo que te puedas imaginar, a un solo avión. La Fundación Fomento del Turismo de Menorca ha trabajado duro para ofrecer la mayor oferta de vuelos directos nacionales posibles con la isla para que la descubras, con 17 aeropuertos de salida.

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Madrid |

Menorca, un universo por descubrir a un vuelo de distancia

Hay dos tipos de personas en el mundo: aquellas que todavía no conocen la isla de Menorca, la gran joya del Mediterráneo, y aquellos que nunca la podrán olvidar. Parece mentira la forma en la que esta pequeña roca, de poco más de 700 kilómetros cuadrados te recibe, te acoge, te abraza y ya no te suelta con atractivos tan varios que van desde la majestuosidad de sus playas y el turquesa de sus aguas, a las pruebas deportivas que ofrecen un año cargado de actividades de lo más variadas. Desde la infinidad de sabores que encontramos en su gastronomía hasta el viaje en el tiempo que te propone su cultura, especialmente su etapa talayótica que recientemente ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Menorca, en realidad, son 365 oportunidades, una para cada día del año. Aunque la idea de visitarla en verano es la más tentadora, a priori, la Primavera se abre cada vez más como el momento adecuado para disfrutar de un paraíso que florece tranquilo, a la espera del verano, y que ofrece a los visitantes una versión más pausada y más relajada de todo lo que tiene para ofrecer. A eso se le suman jornadas interminables de sol que alargan todavía más los días abriendo el abanico de posibilidades para aprovechar al máximo cada momento.

El invierno te ofrece su versión más salvaje, más auténtica y con temperaturas que no son tan frías, en una versión más íntima de una isla acostumbrada a la tranquilidad, a la calma y que no varía ni su estilo ni su ritmo de vida. El otoño se empeña cada año en alargar el verano, con temperaturas muy agradables tanto dentro como fuera del agua que se suelen alargar hasta el mes de noviembre.

Menorca se descubre, también, por el paladar

Pero, ¿solo hay playa en Menorca? Menorca se descubre, también, por el paladar. La cocina menorquina se caracteriza por la riqueza y la frescura de sus productos, auténticas joyas cosechadas con amor, mimo y esmero, así como con paciencia y con respeto hacia la tierra. En Menorca las prisas no son buenas, y su cocina se lo recuerda al visitante con obras de arte de cuchara y tenedor que regalan experiencias únicas.

El peso de la gastronomía en la cultura menorquina se vio reforzado en 2022 con la designación de la isla comoRegión Europea de la Gastronomía, una designación impulsada por el IGCAT (Instituto Internacional de Gastronomía, Cultura, Artes y Turismo), un instituto sin ánimo de lucro que desde 2012 trabaja con entidades y agentes regionales con la experiencia de una red de expertos a nivel global. Esta condición ha servido para promocionar todavía más la gastronomía menorquina a nivel mundial.

El ingrediente estrella que más atrae es la langosta típica con su característico sabor a mar infinito en una caldereta cargada de productos de la tierra. No se queda lejos cualquier pescado fresco que, en el menor plazo de tiempo pasa del mar a nuestro plato, apostando por técnicas que respetan al máximo su sabor y lo acompañan en deliciosas sinfonías gastronómicas que conquistan los cinco sentidos. Y no hay que olvidar la carne que crece y pasta libre por campos verdes y frescos donde el viento se encarga de esparcir la sal marina para que tengan un sabor peculiar.

El queso de Menorca merece un punto y aparte. Viajar a Menorca es la posibilidad, también, de descubrir un gran número de pequeños artesanos que producen su propio queso con sabores con una amplia gama de intensidades. No existe el mejor queso de Menorca porque todos son buenos, cada uno con su propuesta de sabor única desde la intensidad de una pieza curada a la suavidad de otras opciones más tiernas.

No solo de gastronomía vive Menorca

El tiempo ha hecho que Menorca se abra un hueco como tierra de vinos, una tierra aún joven, que está aprendiendo pero que parece una alumna aventajada que ya cuenta con opciones de lo más interesantes y variadas. Menorca, también sabe a vino, un vino intenso que acompaña la intensidad de la historia que ha vivido una isla que llegó a ser inglesa, francesa y española en el siglo XVIII y que ahora, además, ofrece una mezcla de todo lo vivido tanto en el carácter de los menorquines como en su arquitectura, en su lengua y en su gastronomía.

Menorca Forever
Menorca Forever | Fundación Fomento del Turismo de Menorca

Pero no solo de gastronomía vive Menorca. La Isla presume a nivel internacional de tener un camino de 185 kilómetros que la rodea en una veintena de etapas y que se puede hacer por libre para llegar a algunos de los lugares secretos que guarda más celosamente. Playas vírgenes, acantilados imposibles, zonas de bosques, de rocas y de arena que puede ser blanca, grisácea, roja, o incluso calas que en lugar de arena tienen piedras y que son menos transitadas. Hablamos del Camí de Cavalls, una ruta con más de 300 años de historia, que permite conocer de una forma más activa todos los encantos naturales de la isla.

El Camí de Cavalls, también conocido como GR-223, es un sendero de Gran Recorrido, señalizado con más de 2.200 hitos de madera separados como máximo por 500 metros entre señal y señal, que ha ganado mucha importancia en los últimos años acogiendo un turismo que quiere ir más allá, conectar de la forma más directa con la naturaleza, que primero quiere sudar para luego disfrutar en rincones que guardan un encanto singular.

Este histórico sendero, además, ofrece la posibilidad de disfrutarlo por libre, consultando la información que ofrece la web de la Fundación Fomento del Turismo de Menorca o en modalidad competitiva para los amantes del Trail Run y de la bicicleta de montaña a través de las diferentes propuestas deportivas que se ofertan desde la iniciativa privada.

Menorca también se está posicionando como uno de los destinos clave para la navegación deportiva con regatas de primer nivel que aprovechan los vientos para volar sobre el Mediterráneo con total libertad.

Menorca, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO

La última gran noticia por la que Menorca ha sido el centro de los focos ha sido por la designación, por parte de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad por su importantísimo legado talayótico omnipresente en el 2023. Sus más de 700 kilómetros cuadrados albergan más de 1.500 yacimientos lo que la convierten en la isla más importante en este sentido de todo el planeta, además de en una especie de gran museo al aire libre. Estas propuestas, que pertenece a diferentes etapas de la prehistoria, se complementan unas de otras para ofrecer al visitante un recorrido histórico rico, interesante y muy variado.

La conservación de los yacimientos permite disfrutar de una especie de viaje en el tiempo que da la posibilidad de hacerse una idea de cómo vivían los primeros moradores de la isla en la prehistoria, sus costumbres y aspectos que, sorprendentemente, se siguen descubriendo hoy en día. El pasado de Menorca está más vivo que nunca y se siguen conociendo nuevas cosas que permiten entender mejor muchas de las singularidades menorquinas.

La declaración como Patrimonio de la Humanidad se suma a la que recibió ahora ya hace más de 30 años como Reserva de la Biosfera, una condición que ha propiciado que Menorca mantenga su singularidad y su sostenibilidad en equilibrio con el desarrollo social que se ha vivido en el inicio del nuevo milenio. Menorca y, por consiguiente, los menorquines, son plenamente conscientes de la importancia de cuidar del medio ambiente, del entorno y de la rica biodiversidad que habita en la isla, y es una de sus misiones transmitir esos valores a las personas que visitan esta joya del Mediterráneo.

Ahora te toca a ti, descubrirla o redescubrirla, te toca perderte por una isla que guarda mucho más de lo que enseña y que tiene la capacidad de adaptarse a tu estado de ánimo para ofrecerte aquello que buscas. Una isla que te llena la mirada, el alma y el corazón. Una isla con 365 oportunidades para conocerla.