La era de los nanomateriales: las multifunciones del grafeno
Conversamos con Amador Menéndez, doctor de Ingeniería en química, investigador y Premio Nacional de Divulgación científica.
ondacero.es
Madrid | 01.08.2019 18:28
Las edades del hombre muchas veces se clasificaron en base a los materiales (la era del hierro, del cobre, del bronce…). Estamos entrando en la era de los nanomateriales: por primera vez podemos fabricar materiales a la carta con propiedades controladas para fines específicos combinando átomos como las piezas de un lego.
Este es el año internacional de la tabla periódica: “ y la tabla periódica nos brinda 118 elementos , que, como podéis imaginar, combinando esos elementos podemos conseguir un sinfín de materiales; el límite está en nuestra imaginación”, revela el doctor.
Descubrimos que la tabla periódica y la nanotecnología están unidos: “podríamos empezar hablando del carbono, hay una línea específica de materiales de carbono por la versatilidad de este material. Un material novedoso, hecho a base de átomos de carbono es el grafeno”.
El grafeno está en boca de todos: ha sido Premio Nobel de Física y es el primer material bidimenional de la historia.
Menéndez nos explica que, hasta ahora, teníamos materiales tridimensionales (con un largo, ancho y un volumen); pero lo del grafeno es una lámina de átomos de carbono, es decir, el espesor es el único átomo, que es invisible a la vista.
El grafeno tiene aplicaciones múltiples, una de ellas por ejemplo en el sector de la energía: “se ha demostrado que, con láminas de grafeno distanciadas entre sí y poniendo otra molécula que hace de palanca, en ese espacio interlaminar, es posible almacenar hidrógeno de forma segura”. Que, a día de hoy, es todavía costoso pero esencial para que el coche de hidrógeno, por ejemplo, sea seguro. “Eso sería una solución muy prometedora y muy barata ideal para países del tercer mundo”.
Por otro lado, el investigador nos habla de los nanotubos: si cogemos una lámina de grafeno y la enrrollamos sobre sí misma, tenemos un tubo muy pequeño que tiene muchísimas aplicaciones también que tienen que ver con propiedades mecánicas fascinantes: son cien veces más fuertes que el acero y entre cinco y diez veces más ligeros. Además, el material es más resistente y elástico. "Por lo tanto, podremos prescindir del acero”, afirma Menéndez.