El de Canalejas no era el primer asesinato de un jefe de gobierno. Ya contamos en otro capítulo que en 1870 el general Juan Prim había sido también asesinado en un confuso atentado…
Encontramos varias contradicciones en el momento del tiroteo de la muerte del político: la autopsia médica no recoge la mayoría de heridas evidentes y muy significativas en su cuerpo.
Dice el mito que Canalejas hacía todo lo posible para burlarse de la protección de seguridad, esto dista mucho de la realidad; que estaba muy atemorizado porque sabía que el anarquista Pardina (que no Pardiña como hemos estudiado) estaba detrás de él y que quería matarlo.