Hernando Colón fue el mejor cronista de su padre, Cristóbal Colón, y un hombre importante en la Corte de los Reyes Católicos y, posteriormente, de Carlos I. Durante sus viajes por el mundo, Hernando Colón fue recopilando libros de todas las temáticas para conformar su propia biblioteca privada, un proyecto que no pudo terminar y que llegó a contar con más de 15.000 títulos y 3.000 grabados.
Su proyecto de biblioteca estuvo influido por Erasmo de Rotterdam, las "obras populares" de Roma y las influencia veneciana de Marino Sanuto, y estableció su sede en Sevilla. Su colección de títulos fue "la biblioteca privada más grande de Europa" y su recopilación de grabados "la más grande del mundo". En la actualidad, tan solo se conservan cerca de 4.000 ejemplares en la Catedral de Sevilla.
El también nombrado geógrafo puso en marcha un sistema "muy práctico" para registrar grabados con nombre, autor y descripción, a la vez que desarrolló glosarios de obras clásicas. "Manejar el conocimiento de esa forma era controlar el conocimiento", asegura Guiller Verdín, e insiste en que esta forma de ordenar e identificar los libros fue "un precedente de internet".
Además, desarrolló una "cartografía muy pionera" y fue el encargado de elaborar para Carlos I un mapa para llegar a las Indias durante la carrera con Portugal por conquistar nuevos territorios. Paralelamente, elaboró "una especia de atlas enciclopédico que no se llegó a terminar" denominado 'Descripción de España'.