El pasado 17 de agosto tardó en dar una vuelta completa a nado a la isla de Manhattan (28 millas y media nadando -47 km aproximadamente-) en 8 horas y y28 minutos, mejor de lo que él estimaba “estimaba llegar a las 10 horas de nado”, expresó el nadador.
“Agarrarme a la idea tan maravillosa de proteger los océanos me motiva bastante a seguir adelante y acabar la prueba con éxito”, confesó Sanz, a lo que añadió sobre la situación que le preocupa: “Me crucé con bolsas de plástico que me rozaban. La corriente se lleva todo pero queda ahí, en el océano”.
Tuvo que vacunarse para entrar en esas aguas “nos lo recomendaron porque la calidad del agua no es la ideal”.