El estrés es un shock traumático y hay una base científica que lo explica. Según la Doctora en Biomedicina, Helena González: "Es un bombardeo hormonal que cambia nuestro metabolismo y es necesario para entrar en modo supervivencia".
Por ello, la Doctora ha afirmado que el estrés nos puede ayudar a ser más eficientes a la hora de hacer determinadas tareas: "Ante determinadas situaciones donde tenemos que estar más alerta, ese punto de estrés, bien canalizado, nos da una ventaja. Nuestro cuerpo se revoluciona con un montón de hormonas y lo prepara para actuar de manera más eficiente".
Pero, ¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando sentimos esta presión? "El cerebro capta un peligro y el tálamo, una parte evolutiva muy antigua de nuestro cerebro, manda señales que, a su vez, mandan otras señales a través de la sangre que llegan a las glándulas suprarrenales. Encima de los riñones se desencadena toda la respuesta de estrés", ha explicado Helena.
Según González: "La respuesta se da cuando se elaboran una serie de hormonas como el cortisol o la adrenalina, que son las que preparan para enfrentarte a una situación".
Sin embargo, en ocasiones, el estrés se cronifica y el cuerpo ya no reacciona ante un peligro inminente sino hacia una mala racha: "Encima nuestro cuerpo reacciona como una época de vacas flaca. Ahorramos energía porque gastamos poca, por lo que acumulamos más grasas y engordamos. El cuerpo pide guarrindongadas que tienen muchas grasas y azúcares para almacenar energía rápida y que el cerebro produzca las hormonas de la felicidad", ha concluido la Doctora.
Estrés postraumático
Después de un acontecimiento traumático (impactante, aterrador o peligroso), es normal experimentar varias reacciones. Esto puede ocurrir, por ejemplo, entre los vecinos de La Palma ante la situación que están viviendo con la erupción del volcán.
"Normalmente, tras un trauma, la mayoría de personas tardan unos cuantos días o meses en recuperarse bien, pero hay otras que se sienten asustadas mucho tiempo después", ha revelado Helena.