Las cotorras argentinas son una especie considerada invasora desde hace siete años por el Catálogo Español de Especies Exóticas, que a su vez ha prohibido tenerla como mascota, así como transportar, comerciar o traficar con ellas. En Big Van Ciencia hablamos con Eva Cuesta y Daniel García sobre los peligros que suponen para la población.
Su llamativo color verde hacen de ellas una de las especies de ave más demandadas en el mercado doméstico, pero el abandono irresponsable por parte de los dueños ha hecho de ellas un animal considerado invasivo para el medio ambiente y para la salud de las personas.
La presencia de las cotorras en España
Actualmente, en España hay más de 20.000 ejemplares, que suponen cerca del 85% de la población total de cotorras argentinas en Europa. Esta sobrepoblación, que según nos cuenta Eva Cuesta "está provocada por el ser humano" daña todo tipo de cultivos, especialmente los de tomates, membrillos y peras, además de suponer un gran riesgo para la fauna local de muchas localidades.
Estas aves se alimentan de lo mismo que otras especies autóctonas, lo que pone en riesgo la existencia de estos otros animales, que sufren por las variaciones en su hábitat y por la escasez de alimento.
Un riesgo para la población
La presencia de esta especie también es notable en las ciudades, donde abundan los enormes nidos que construyen en la parte alta de los árboles, que llegan a pesar hasta 200 kilos. Sin embargo, no solo el hecho de que se caigan es lo que los convierte en peligrosos, también lo es el esparcimiento de sus ramas y sus excrementos, que según las autoridades sanitarias, suponen un grave riesgo para la salud de las personas y la higiene ambiental.
Ante esta amenaza, las autoridades de numerosos ayuntamientos y comunidades ya han puesto en marcha planes de exterminio para acabar con ellas. La Comunidad de Madrid, por ejemplo. ha anunciado recientemente que recurrirá a una empresa de exterminio que las capturará mediante "balines disparados con escopetas o carabinas de aire comprimido", lo que ha generado una gran polémica entre los animalista, que acusan a la administración de llevar a cabo "un exterminio cruel, peligroso y sin base científica"