No le gusta a la Comisión que el gobierno español haya anunciado una tímida bajada de impuestos, porque temen que una menor recaudación descuadre unas cuentas frágiles.
La vicepresidenta ha dicho claramente en el Congreso esta mañana que “ahora tocan medidas para el crecimiento”, no más recortes. La duda es si esa contundencia es fruto de la fiebre preelectoral o una convicción gubernamental que se mantendrá después de las elecciones europeas del día 25 de mayo.