Solo allí, en Auschwitz, murieron un millón cien mil personas. La inmensa mayoría, judíos, pero también polacos, gitanos, rusos y de otras nacionalidades.
300 supervivientes, ya muy mayores, estarán junto a reyes, primeros ministros y altos representantes de más de 40 países, en una conmemoración que como ha dicho el director del Memorial de Auschwitz, es seguramente la última importante que puede hacerse antes de que desaparezcan los últimos niños rescatados allí, hoy ancianos cuya memoria personal se extinguirá. El presidente alemán ha pedido a su país que no olvide jamás lo ocurrido en el campo de exterminio, aunque viendo el auge de movimientos nazis en Europa, no solo en Alemania, habrá que esforzarse en que la memoria del horror no muera con los últimos que aún pueden contarlo.