El del Instituto Nacional de Estadística sobre indicadores demográficos revela que por quinto año consecutivo baja la natalidad en España, en concreto más de un 6% respecto a hace un año. Apenas hay relevo poblacional en algunas autonomías mientras van a más aquellas en que hay saldo vegetativo negativo, es decir, que mueren más personas de las que nacen. Eso es especialmente grave en Galicia, Asturias y Castilla y León, pero también en Extremadura, Aragón, Cantabria y País Vasco.
Y ahora viene la razón incuestionable de que eso sea así, que es el contenido del segundo informe, éste el de la Infancia en España de la UNICEF, que cifra en dos millones trescientos mil niños españoles los que viven en la pobreza. Es más, según la directora de políticas de infancia de UNICEF, tener hijos “se ha convertido en un factor claro de pobreza”. No olvidemos que España es uno de los pocos países de la Unión que no tiene prestación universal por hijo.
Está claro: los españoles no tienen hijos porque no quieren condenarles a vivir en la pobreza.