Hay al menos tres millones de españoles y otros 500 millones de personas en el mundo que deberían celebrar este 11 de enero. Verán, hace hoy exactamente 100 años, en 1922, un joven canadiense de 14 años al que le quedaba un hilo de vida, un chico llamado Leonard Thompson, recibió la primera dosis de insulina. Hasta ese momento, la diabetes representaba una sentencia de muerte. España fue el primer país en Europa que aplicó ese tratamiento revolucionario, de la mano del doctor Carrasco i Formiguera.
Igual hace 100 años también hubo negacionistas que consideraban la insulina una sustancia del demonio. Difícil no comparar aquel avance científico y médico con el que hemos vivido estos últimos años con la pandemia, aunque algunos parece que quieren esperar 100 años para reconocerlo.
Usted y yo no entraríamos en Australia sin pasaporte Covid, eso está claro. Pero Djokovic, sí. En todas las democracias todos somos iguales ante la ley, pero unos siempre son más iguales que el resto. Aunque lo disfracen con mil pretextos.