Esta mañana se ha producido un nuevo atentado yihadista en la basílica de Notre Dame de Niza, en Francia. Tres personas han muerto, una de ellas degollada, el mismo modus operandi que siguió el asesino de Samuel Paty, el profesor de historia y geografía que fue decapitado hace dos semanas y que se ha convertido en un héroe nacional en Francia.
Parece que la COVID ha borrado de nuestra agenda todas nuestras preocupaciones anteriores a la pandemia, pero el islamismo radical sigue siendo una amenaza para Europa.
Afortunadamente no parece que los cuerpos de seguridad hayan bajado la guardia por más que el tema ha desaparecido del primer plano de la actualidad.