"La Meloni vuole 20 mila euro dal prof. Luciano Canfora": es un titular, esta mañana, de un periódico italiano que cuenta esto. La primera ministra, la Meloni - como la llaman-, pide 20.000 euros de indemnización por daños y perjuicios ocasionados por el historiado Luciano Canfora, que tiene 81 años y es uno de los más grandes intelectuales italianos.
El profesor dijo hace dos años, durante una conferencia, que Meloni era una "neonazi de corazón" y una "mentecata peligrosa". Aunque ni ella ni su partido, Fratelli de Italia, han negado nunca sus simpatías hacia el fascismo, denunció al anciano filólogo e historiador y ahora llega el momento del juicio.
El caso de Luciano Canfora además no es el único: la primera ministra y su entorno y familiares se han vuelto habituales en los juzgados demandando a periodistas, cantantes, escritores y profesores universitarios, aunque el prestigio del profesor Canfora - y su edad avanzada- ha dado mayor relevancia pública en Europa a este juicio.
Vamos a reflexionar sobre el papel de los intelectuales, la libertad de expresión y la de crítica política: si en España los políticos insultados o injuriados fueran a los tribunales, ¿cómo lo recibiríamos? ¿cómo lo recibiría la ciudadanía?
¿Imaginan en Europa a un líder o primer ministro de un partido conservador o progresista haciendo eso en los últimos 30 o 40 años? ¿Qué nos dice que lo haga alguien del perfil ultra de Giorgia Meloni? ¿Tiene algo de alarma?